sábado, 31 de diciembre de 2022

Curiosidades de un pueblo pre incaico: los Chachapoyas

 


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Con el paso del tiempo se descubren cosas fascinantes sobre “los antiguos dueños de la tierra”. En este caso la cultura curiosa de un pueblo que precedió a los Incas y que a pesar del asedio de estos (muchos años después de su existencia), sostuvieron sus costumbres. 

Los Chachapoyas se desarrollaron entre  años 800 y 1570 D.C. Geográficamente habitaron en lo alto de los Andes peruanos por lo que se los llamó “gente de las nubes”, donde, siguiendo los cursos de agua, compartían “negocios” y culturas con los habitantes de la cuenca del río Amazonas.

Este pueblo tuvo características peculiares: colocaban a sus muertos en paredes rocosas de gran altura para que nadie los alcanzara; construían en piedra edificios redondos; se defendían de sus enemigos en estructuras con pasillos (tipo embudos), que en un determinado momento eran tan angostos que no pasaba ni un solo hombre y allí eran controlados, y además eran de piel “blanca”. 

Hoy significan un polo turístico de gran importancia en que las niñas “rubias” hacen de guías, orgullosas de sus ancestros.


¿Quiénes fueron?

Ubicada a 2.483 msnm y entremedio de las montañas del norte del Perú, la actual localidad de Chachapoyas se gana el título del secreto mejor guardado de la nación. 

La ciudad es la capital del Departamento de Amazonas, y por ende el centro neurálgico de muchas actividades para los viajeros que buscan aventura y a la vez empaparse del pasado cultural e histórico de la zona.

El nombre Chachapoyas fue dado a esta cultura por los Incas. El nombre que esta gente pudo haber usado para referirse a sí mismos no se conoce. El significado de la palabra Chachapoyas puede derivarse del quechua sach'a phuyu (sach'a = árbol, phuyu = nube) que significa "bosque nublado", que simplificaron como “gente de las nubes”.

Otra alternativa es que puede haber sido de sach'a-p-qulla (sach'a = árbol, p = de la, qulla = el nombre de un reino preincaico de Puno que los Incas usaban como término colectivo para los muchos reinos alrededor del Titicaca) el equivalente de "gente qulla que vive en los bosques". 

Los Chachapoyas vivieron en las alturas del bosque del Valle de Utcubamba. La capital de este cuasi imperio era Kuélap, fundada unos 800 años DC, y perduró casi 800 años.

En 1470 de nuestra era los incas intentan su anexión al imperio, situación que es continuada por las guerras civiles incaicas hasta 1532 cuando los “conquistadores” españoles arrasan con casi todo hasta que en 1570 la cultura Chachapoya es “disuelta”.

 

Años DC

Etapas

Duración aproximada

       (años)        

800 – 1470

Chachapoya  Clásica

700

1470 – 1532

Chachapoya – Inca

60

1532 – 1570

Chachapoya – Colonial Temprano

40

 

Los “originales” en la etapa clásica

La cultura Chachapoyas se desarrolló en un aislamiento geográfico y orográfico, sin embargo, hay evidencias de que, esporádicamente, interactuaron con otros grupos que habilitaban al norte y el oeste del río Marañón. Los restos hallados tanto de su producción artística como arquitectónica parecen sugerir que descendían de inmigrantes andinos que adaptaron su cultura ancestral al nuevo medio. 

Esta cultura floreció en zonas ubicadas en la ladera este de los Andes, entre los 2 mil y 3 mil metros, sobre el nivel del mar. Región bastante húmeda por las continuas lluvias, con densa vegetación, pantanos y permanentemente cubierta por neblina. 

El desarrollo relativamente aislado de los Chachapoyas llegó a su fin cuando en el siglo XV fueron invadidos por los Incas, sin embargo pruebas recientes de estudios genéticos demuestran que no fue estrictamente así.

Descubrimientos de 1843 ubican a este pueblo a 3.000 m s. n. m., en la cima de las montañas que domina el estrecho valle del río Utcubamba. Una imponente fortaleza, de seis hectáreas de extensión, es una de las más grandes de América.

La obra Chachapoyas más grande y más conocida es Kuélap, conformado por un conjunto de gigantescas murallas y plataformas construidas sobre la cima de una montaña escarpada y agreste.

Los muros que la sostienen, levantados con piedras uniformes y careadas, se elevan hasta casi 20 metros. Se especula que pudo ser un gran centro administrativo de la producción agraria donde además se hacían rituales propiciatorios de la fertilidad, como ocurrió en gran parte de la arquitectura monumental de los Andes antiguos.

El recinto estaba conformado por 420 viviendas de forma circular y altos techos inclinados de paja. 

Su especial ubicación tenía como finalidad facilitar el trabajo de sus defensores, que prácticamente solo tenían que preocuparse de cuidar un flanco de la edificación, además de tener una vista panorámica de todo el valle. 

El montaje defensivo se complementa con dos torreones situados al norte y al sur del complejo, y estrechos pasillos diseñados para que los eventuales invasores solo pudieran avanzar en fila de a uno y allí controlarlos. 

Restos de hachas de piedra y proyectiles para honda han sido hallados cerca, los cuales evidencian los combates que se llevaron a cabo en este lugar.

 

   


 Vista del estilo de viviendas circulares

 

La organización social de los Chachapoyas era extremadamente simple: dividía a diversos grupos étnicos que comparten una similar tradición cultural que se unieron en una especie de Estado Confederado ya a comienzos del año 800 d.C. Las grandes provincias eran totalmente independientes entre sí y estaban controladas cada una por un gobernador.

Uno de los principales argumentos para descartar la existencia de organizaciones políticas complejas en Chachapoyas es la inexistencia de residencias de élite para hipotéticas autoridades políticas centrales, algo a considerar teniendo en cuenta la clásica y férrea jerarquización social andina.

Los únicos líderes Chachapoyas habrían sido caudillos de guerra activos llamados shinchi en circunstancias excepcionales, como lo sugieren pinturas rupestres que representan personajes victoriosos exhibiendo armas, vistosas indumentarias y cabezas-trofeo.

Más tarde, bajo la influencia incaica este sistema de gobierno fue reemplazado por los curacazgos, con jefes políticos y administrativos (curacas)

Vale la pena acotar que la palabra "shinchi" (jefe guerrero) fue opacada por la generalización del término curaca. En suma, es altamente probable que en Chachapoyas habrían existido múltiples sociedades aldeanas-tribales que correspondieron a distintas etnias las cuales, aunque se cree que ocasionalmente cooperaban juntas para la construcción de monumentos como Kuélap, solían incurrir en conflictos bélicos.

Estos grupos compartieron un mismo idioma, así como costumbres y técnicas de cultivo similares. Se congregaron para las ceremonias religiosas o para defenderse del ataque de algún pueblo enemigo.

Los habitantes de la cultura Chachapoyas dependieron de la agricultura, del pastoreo, la caza y la recolección para su subsistencia

La agricultura se desarrolló aprovechando el acceso a una gran variedad de ecosistemas. Las laderas de los cerros se transformaron en anchas terrazas de cultivo y las zonas bajas se cultivaron en campos con elaborados sistemas de drenaje. Cultivaron tubérculos como la papa, la mashua, la oca y el olluco, y en granos como la quinua y la kiwicha en zonas que varían desde los 3.200 hasta los 3.800 metros sobre el nivel del mar.

Además, basaron su economía en la producción doméstica de cerámica y de textiles, aunque no se destacaban en ellas. La producción y el intercambio de alimentos ayudaban a consolidar las redes sociales y las alianzas entre las poblaciones, particularmente con los habitantes de la cuenca del río Amazonas.

Los chachapoyas mantenían un gran respeto por sus difuntos ya que lo consideraban especiales. Destacaron gracias a dos modalidades de entierros: los sarcófagos, que eran tumbas unipersonales con forma humana, y los mausoleos, que eran tumbas colectivas. Ambos se caracterizaban por estar construidos en cavernas naturales o excavadas en laderas verticales inaccesibles. 


Mausoleos Chachapoyas en las paredes verticales de las montañas


Desarrollaron un lenguaje simbólico con motivos geométricos característicos en forma a triángulos, rombos, serpenteados y ornamentos cuadrados, que aparecen sobre las viviendas circulares en frisos de piedra caliza y lajas. Los símbolos fueron de valor significativo, tanto a nivel étnico como social. 

Cieza de León (conquistador e historiador español), describe a los Chachapoyas como los más graciosos y de tez más blanca entre los nativos.

"Son los más blancos y agraciados de todos cuantos yo he visto en las Indias que he andado, y sus mujeres fueron tan hermosas que por serlo, y por su gentileza muchas de ellas merecieron ser de los Incas y ser llevadas a los templos del sol [...] andan vestidas ellas y sus maridos con ropas de lana y por las cabezas solían ponerse llautos (turbantes de vivos colores), que son señal que traen para ser conocidas en todas partes". 

Hoy se pueden ver descendientes de Chachapoyas que poco tienen que ver con el fenotipo peruano incaico. 

Varias teorías e hipótesis se han planteado para explicar esta situación. Una de ellas, difícil de comprobar, es la incursión de celtas y fenicios que ingresaron por el Amazonas hacia el Oeste mil años antes del “descubrimiento” de América por parte de Cristóbal Colón.











Mujeres descendientes de la cultura Chachapoyas

 

Construcciones de Santa Trega en Galicia (España), límite con Portugal se encuentra el Yacimiento Arqueológico del Barrio de Mergelina, de gran similitud con el Kuélap peruano, avalan de cierta manera estas teorías. 

La etapa Inca

Esta duró alrededor de 60 años (entre 1470 y 1532). Túpac Yupanqui fue el primer Inca que contempló la posibilidad de sojuzgar Chachapoyas, no obstante decidió tomarse un tiempo para organizar sus fuerzas.

Chachapoyas era un objetivo atractivo debido a los recursos que ofrecía, además de suponer una posición estratégica y firme desde la cual enviar expediciones al este, adentrándose en las selvas tropicales.

El ejército incaico reunió una cifra aproximada de 20 000 soldados, en su mayoría, provenientes del Collasuyo (sector sur del imperio que llegaba en la Argentina hasta Santiago del Estero y Mendoza), para atacar desde el sur.

Estudios recientes de ADN revela la fuerte resistencia de cultura Chachapoyas al dominio Inca. El hallazgo rebate la teoría que indicaba que los Chachapoyas

fueron reubicados forzosamente como medida de castigo tomada por los Incas. 

Análisis de ADN realizados en la población actual de la región peruana de Chachapoyas (norte) revelan que sus habitantes originarios no fueron desarraigados en masa por el Imperio Inca a finales del siglo XV, tal y como se suponía, y que los Chachapoyas aún hoy siguen distinguiéndose genéticamente. 

Este hallazgo rebate la teoría transmitida durante siglos por los relatos orales de los propios conquistadores de que la rebelde población nativa fue reubicada forzosamente como medida de castigo fuera de Chachapoyas, absorbida y diseminada a lo largo del Imperio Inca, según un nuevo estudio que publica hoy la revista Scientific Reports. 

El actual estudio revela cómo la población de Chachapoyas, por contraste, se mantuvo relativamente aislada, por lo que "al parecer parte de la herencia genética de los Chachapoyas de hecho resistió el impacto Inca hasta hoy".

Período colonial

Este se extendió por 40 años entre 1532 y 1570. Los primeros españoles que arribaron a Chachapoyas en 1535, capitaneados por Alonso de Alvarado. Allí se toparon con un entorno violento y fraccionado, a lo que se le sumaba una epidemia de viruela y crisis en la producción agrícola. 

El totalitarismo inca había suprimido temporalmente los conflictos internos en Chachapoyas. Los Chachapoyas más aislados vivían bajo la constante amenaza de incursiones y saqueos contra sus campos de cultivo, perpetrados por otras poblaciones de Chachapoyas como los charrasmal, quienes aparentemente cometían pillaje como un intento de sobrellevar la caótica situación. El curaca Guamán, impotente de ejercer su poder, colaboró con los hispanos a fin de restaurar el orden.

A pesar de todo, algunos asentamientos Chachapoyas todavía conservaban cierta autonomía, a pesar de las autoridades españolas. 

La última etnia de Chachapoyas en ser conquistada por los hispanos fueron los llamados Orimonas. Sus territorios eran los más orientales, casi rozando con la selva, siendo sumamente agrestes, tupidos e infestados de jaguares. 

El objetivo español era aprovechar el potencial climático de la zona orimona para que campesinos Chilchos pudiesen cultivar y cosechar algodón como tributo al régimen virreinal. En esta campaña se apeló a los perros de guerra y la quema de aldeas, alzándose los hispanos con la victoria. 

Paulatinamente, los rezagos culturales Chachapoyas fueron disueltos y absorbidos dentro de la nueva sociedad virreinal. Esta significó el ascenso definitivo del quechua como lengua principal (en detrimento del idioma chacha vernáculo) y el auge de componentes culturales foráneos.

Epílogo

Curiosear estos descubrimientos antropológicos de cerca y compararlos con otras culturas debería darnos una oportunidad de abrir la cabeza y repensar la “historia oficial”.

 

Bibliografía

 

CAILLAVET, C. y RAMÍREZ, S. E. (2008). Dinámicas del poder: historia y actualidad de la autoridad andina. https://doi.org/10.4000/bifea.3193.    

El COMERCIO. (2017). Estudio de ADN revela resistencia de cultura Chachapoyas a dominio inca. CIENCIAS. https://elcomercio.pe/tecnologia/ciencias/estudio-adn-revela-resistencia-cultura-chachapoyas-dominio-inca-noticia.

LÓPEZ, C. y AGUILAR, J. (2014). Cultura ChachapoyasHistoria del Perúhttps://historiaperuana.pe/periodo-autoctono/cultura-chachapoyas

PERU TRAVEL (2020). Descubre Kuélap, la imponente fortaleza de la cultura.  https://www.peru.travel/es/masperu/descubre-kuelap-la-imponente-fortaleza-de-la-cultura-chachapoyas.

RODRIGO (2019). Chachapoyas: el secreto mejor guardado de Perú. https://www.denomades.com/blog/chachapoyas-secreto-mejor-guardado-peru/

WIKIPEDIA. Cultura Chachapoyas. https://es.wikipedia.org/wiki/ Cultura_chachapoyas

 

 

miércoles, 30 de noviembre de 2022

Este si que es un compadre: Félix Dardo Palorma

 



¿Quién dijo que los grandes autores y compositores tienen un ego del mismo tamaño de sus creencias?

Este no es el caso. Palorma fue un compadre mendocino que cultivó el “bajo perfil”, quizás por “culpa” de su ADN: era descendientes de Huarpes.

Tan bajo fue su exposición que muchas veces por timidez llegó a firmar su obra con seudónimos. Casi no se conocen fotografías de su imagen a pesar de su grandeza.

Nació en un pequeño pueblo del desierto llamado Corocorto, y llegó a escribir música de películas de la 20th Century Fox.

Hombre de circo y de homenajes a grandes personalidades mundiales, como el Papa Juan Pablo II. El talento les gusta a todos.

Si bien inevitablemente se lo asocia con el folklore cuyano, Dardo vivió en muchos lugares de nuestro país y en cada uno de ellos aprendió del folklore local y lo volcó en pentagramas y poesías.

Escribió cuecas y tonadas famosas en honor a su querida provincia como Póngale por las hileras y La Corocorteña, pero también escribió milongas que interpretó Aníbal Troilo, zambas como La Bandeña (describiendo el paisaje costumbrista de Santiago del Estero), La llamadora (una bellísima zamba interpretada por muchos) o Mañanitas de Amaicha, bello paisaje del oeste tucumano.

No por nada el día de su natalicio se festeja formalmente El Día del Compadre”

Hay enlaces para que mientras leen conozcan y disfruten toda su obra interpretada por él y por muchos grandes de la música nacional.

Disfrútenlo 

¿Quién fue Dardo?

Félix Dardo Palorma (en realidad se llamaba Félix Robustiano Palorma), nació el 23 de mayo de 1918 en San José de Corocorto, hoy Villa Antigua de La Paz, en el Este de la Provincia de Mendoza, sobre la actual Ruta 7.

Corocorto fue el nombre del cacique Huarpe del antiguo asentamiento Yopacto en las proximidades de La Paz.

La corocorteña – Jorge Cafrune: https://www.youtube.com/watch?v=4i1XiDySSVg

De piel morena por su ascendencia Huarpe, de familia humilde y de escasos recursos económicos, Félix tuvo una niñez feliz, campesina y cristiana, orgulloso de su estirpe cuyana.

Hijo de doña Emilia Jacinta Palorma, una joven puntana. Se dice que fue de su tía Inés Páez de quien recibió las primeras lecciones de guitarra.

Lo mucho y lindo que Félix escribió sobre San Luis tiene una explicación determinante, además de la cercanía geográfica: su madre,  puntana de nacimiento. Muchas veces, de pequeño, llevaron a Palorma a San Luis, por diversos motivos.

Uno de los más repetidos era la visita a una curandera de Villa Mercedes, que vivía cerca de la Calle Angosta y que sometía a sus maravillosos remiendos caseros al niño cuando enfermaba. De esos viajes en tren, cuando el poeta aún era muy pequeño, surgió “Glosario de Calle Angosta”, una cueca en la que el mendocino describe todos los personajes de la calle de una vereda sola.

En mayo de 1923, antes que Félix cumpliera los cinco años, fallece su madre, quedando a cargo de unas tías y de su abuela Benigna, una mujer de raza Huarpe y aficionada a la guitarra.

A los catorce años aprendió a tocar la guitarra. Su maestro fue don Navarro, un vecino músico que, entre otros instrumentos, tocaba el bandoneón. Se dice que este hombre le enseñó las primeras notas, con el propósito de que Félix lo acompañara cuando él tocaba el bandoneón.

Su carrera

A los 14 años fue contratado por un circo, en el que cantaba en los intervalos. Siendo muy joven viaja a la capital mendocina y allí, con solo 16 años se incorpora a un conjunto local llamado “Brochazos de Tradición”, con quienes recorrió gran parte de Argentina.

En 1938 Félix tenía 20 años. Debía cumplir con el servicio militar obligatorio y se retiró del conjunto. Su destino fue el Regimiento 12 de Infantería de la ciudad de Coronda (Santa Fe), donde, una vez terminado su servicio, decidió quedarse. Luego tuvo la oportunidad de conocer todo el litoral, su música, su gente y sobre todo sus costumbres.

Estos conocimientos fueron aprovechados para enriquecer su cultura poética, que luego volcaría en sus maravillosas canciones.

En Santa Fe formó dúo con un famoso cantor de la época llamado Horacio Quintana (su verdadero nombre era Alberto Gutiérrez). El dúo duraría aproximadamente tres años. Al poco tiempo de separarse de Quintana, Félix es contratado nuevamente, en 1940, por el circo Gani Polastrini, pero esta vez como solista, acompañado por su guitarra

Con este circo viajó por distintos lugares del país. A su paso, se queda en Tucumán, y conoce a Margarita Palacio, cantora importante de nuestro folklore, también de origen circense y madre del destacado Kelo Palacio (eterno acompañante y arreglador de temas de Mercedes Sosa), con quien forma un dúo con el pseudónimo “Dávila-Paz”.

En 1941 Félix se radica en Buenos Aires y conoce a Luís Rosales, director artístico de Radio Belgrano, quien le sugiere el pseudónimo de “Dardo”, él lo acepta y lo incorpora a su nombre Félix, quedando así por siempre con el nombre artístico de “Félix Dardo Palorma“.

Ese mismo año se incorpora a la compañía “Estampas Porteñas”, dirigida por Anselmo Mármol, simultáneamente actuaba en radio con un conjunto dirigido por Peralta Dávila y Eusebio Zárate llamado “Los Riojanos”.

También trabajó en radioteatro donde interpretaba canciones del noroeste, y en la película “Facundo”. Más tarde realizó una gira por Uruguay y también realizó varios ciclos en LR1 Radio El Mundo de Buenos Aires acompañado por las guitarras de Robles, Casano, Espina y Zaldívar (hijo).

Si bien es reconocido fundamentalmente por ritmos típicos de Cuyo como Tonadas y  Cuecas, sus más de 250 composiciones incluyen zambas norteñas como Mañanitas de Amaicha de 1948, estrenada en el mismo Tucumán, nada más y nada menos que por Marta de los Ríos, (madre del famoso pianista y director de orquesta Waldo de los Ríos).

En 1949 Félix Dardo Palorma echó anclas en Buenos Aires, y desde allí se proyectó durante veinticinco años como solista, con un bagaje enorme de letras hechas canciones únicas por su estilo e interpretación.

Allí crea su obra más conocida y difundida, “Póngale por las hileras” con ritmo de cueca, un clásico de la música popular cuyana, considerada  el himno folklórico de la vendimia.

Esta cueca fue estrenada en el “Palacio Salvo” de Montevideo, República Oriental del Uruguay, con un éxito absoluto. Posteriormente sería grabada por  Carlos Montbrun Ocampo y sus Alegres Fiestas Gauchas, y más tarde por Antonio Tormo, que acrecentaron su difusión.

Además de las conocidas Cueca de la viña nueva y Llegando a Cuyo,  fue autor de  zambas famosas como La Bandeña,  Zamba de la noche alta, La Cumbreña y Mañanitas de Amaicha, y La llamadora, entre otras.

La Bandeña – Los Chalchaleros: https://www.youtube.com/watch?v=spwKxwhkdDA

Pongale por las hileras – Los Chimeno: https://www.youtube.com/watch?v=_BkhOlORLmg

Llegando a Cuyo – Los Cantores de Cuyo: https://www.youtube.com/watch?v=ROAT6gEnktk

La llamadora – Duo Coplanacu: https://www.youtube.com/watch?v=ggA85gfb4Bc

En su estadía en Buenos Aires incursiona también en la música popular bonaerense creando numerosas composiciones como la milonga “Ni más ni menos”, grabadas por Aníbal Troilo y cantadas por Ángel Cárdenas u Oscar del Cerro.

 Ni más ni menos – Oscar del Cerro: https://www.youtube.com/watch?v=QLhXbf4Cm8w

En 1951 Palorma ya estaba consolidado como solista, compositor y autor. Fue para esa época que ganó el concurso para componer la música de la película Way of Gaucho” (El Camino del Gaucho). Era una producción para la Twentieth Century Fox, dirigida por Jacques Tourneur. La historia fue una versión libre del Martín Fierro de José Hernández.

En 1961 viaja  a Mendoza con la compañía teatral “Estampas Porteñas” de Arsenio Mármol. Esta compañía permanecer un tiempo prolongado en esta ciudad debido a una fuerte nevada, que duró varios días. Allí Félix compone otro de sus grandes éxitos,  “El leñerito”, una canción serrana. Ese mismo año  en Buenos Aires forma un dúo de resonancia nacional, con el ex integrante del famoso trío; “Ruíz-Gallo y Pérez Cardozo” a este dúo lo bautizaron: “Ruíz-Palorma".

El trajinar de Palorma transcurrió en muchas provincias, pero su amor tuvo una sola región: Cuyo. Se casó en 1963 con Italia Duscio, también paceña, aunque alguna bibliografía se empeña en mencionarla como catamarqueña. De su unión nace su único hijo, Dardo Antón Palorma, a quien le dedica la bella “Tonada de la Nacencia”.

Con ella vivió en Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Santiago del Estero, Santa Fe, Jujuy y La Pampa, hasta que en los últimos años, tal como el autor lo expresó en “Llegando a Cuyo” (donde bautiza a San Luis como “la puerta de Cuyo”) se instaló definitivamente en Mendoza.

Llegando a Cuyo – Los cantores de Cuyo: https://www.youtube.com/watch?v=ROAT6gEnktk

El amor, la tierra, el vino y los dolores de la gente de campo fueron algunos de los temas que el compositor mendocino repitió en su extensa obra. También escribió (… y mucho) sobre San Luis, una provincia por la que tenía un especial afecto.

“Cruzando el Desaguadero”, las mencionadas “Glosario de Calle Angosta” y “Llegando a Cuyo”, que contiene el inmortal fragmento que dice:

 

“El Chorrillero y El Zonda,

vientos cuyanos, son diferentes

como es agosto y enero

uno frío, el otro caliente”

 

“A tu recuerdo, Alfonso”, fue escrita poco después de la muerte de Alfredo Alfonso, uno de los coautores de “Calle angosta”. Estas son algunas de las composiciones que el autor hizo con la mente en la provincia

Compartió su época con muchos grandes del folklore, sin embargo entre todos ellos, la figura de Palorma fue, tal vez, la menos preciada por el gran público y –junto a la que de Agüero- la más cercana al sentir puntano. Por suerte en los últimos años su obra se ha ido acomodando sola al paladar de los espectadores.

No siempre Dardo pudo vivir solo de la música. Por fuera de esta se desempeñó como secretario y delegado regional del Instituto Nacional de Previsión Social, lo cual hizo que la familia se trasladara muchas veces. En Mendoza fue inspector del Ministerio de Trabajo.

En el año 1987, el Papa Juan Pablo II llega a Mendoza y Palorma ofrece un homenaje al Santo Pontífice con música, coro, y un cuerpo de baile. Allí se interpretó la cueca “Llegando a Cuyo”.  Palorma refiere a esta cueca diciendo que la compuso en homenaje a su amigo Luis Profili, bodeguero y también compositor folklórico que registraba sus canciones  con el seudónimo de “Luis Morales”. Es el autor de la famosa “Zamba de mi esperanza”.

La despedida del compadre y su reconocimiento

Palorma murió el 18 de abril de 1994 a los 75 años. Sus restos descansan en su pueblo natal en una tumba junto a la de su madre. En ese año el Gobernador de la provincia de Mendoza (Rodolfo Gabrielli), decretaba:

Artículo 1º – Establézcase el día 23 de Mayo de cada año, como “DIA DEL COMPADRE” en honor a su natalicio.

En la antigua casa de la Cuarta Sección de la ciudad de Mendoza (declarada patrimonio cultural), se respira el legado del artista. Hay, junto a los poemarios escritos de puño y letra, cuadernos con líricas, pentagramas a lápiz, discos de pasta, casetes, álbumes de fotos y de recortes periodísticos, grabaciones en cinta abierta, bocetos manuscritos y, por supuesto, las dos últimas guitarras que lo acompañaron hasta su muerte.

Varias escuelas de la provincia llevan su nombre.

Bibliografía

 

ALVAREZ, N.;  BARROSO, L.; CATANIA, A.; DUSCIO,  M. y UBILLOS N. (2018). Félix Dardo Palorma: Paceño de pura cepa. Formador de valores culturales. Trabajo presentado a fines de aprobar el curso Memorias de la Localía.

ARIAS FUENZALIDA, D. (2018). Félix Dardo Palorma el poeta de la cuyanía. https://www.losandes.com.ar/felix-dardo-palorma-el-poeta-de-la-cuyania/

        

GUZZANTE, M. (2014). Palorma, el eco de un gigante. https://saboreandotonadas.

 

HIDALGO, A. (2012) Félix Dardo Palorma en Argentina Folklore / España - Cantor y creador. ARGENTINA FOLKLORE. http://argentinafolkloreyprovincias.es/Felix-Dardo-Palorma-cantor-y-creador-del-folklore-argentino/391

MENDOVOZ. (2018). Puesta en valor la obra de Félix Dardo Palorma. https://www.mendovoz.com/eskpe/2018/5/20/puesta-valor-obra-flix-dardo-palorma-39513.html


RUGGIA, B. (2021). Félix Dardo Palorma: el compadre de Cuyo. https://www.serargentino.com /argentina/musica/felix-dardo-palorma-el-compadre-de-cuyo

SOSA BACCARELLI, N. (2018). Un camino hacia Félix D. Palorma. https://www.                 lamelesca.ºcom.ar/2018/10/23/un-camino-hacia-felix-d-palorma/

 

domingo, 30 de octubre de 2022

Otro cortocircuito histórico: la pelea entre Belgrano y Artigas

 

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Nuestros próceres no son aquellos que están en las “figuritas” de las revistas infantiles ni en el bronce de nuestras plazas y paseos. Son mucho más que eso. Son personas que dieron su vida por una idea y se equivocaron como cualquiera. No podemos sacarlos del contexto en que vivieron, ni podemos criticarlos escuchando “una sola campana”. 

Parece increíble que dos amantes de la libertad y la independencia de nuestros actuales territorios hayan manifestado tantas diferencias tiempo después a que fuesen amigos. Compartieron también su afán para la protección de los indígenas de nuestro país, aunque muchos sigan creyendo que Artigas es netamente uruguayo. 

Pero así son las cosas: ideologías políticas; mala comunicación; guiarse por rumores echados a correr por otros intereses  y convicciones irreconciliables. 

Esta es la historia.

El contexto de la época 

Al producirse la Revolución de Mayo, el nuevo gobierno patrio salió a buscar aliados por todo el territorio del antiguo Virreinato del Río de la Plata. Misiones fue pionera en adherir a la Primera Junta, pero que no ocurrió lo mismo en otros escenarios. Uno de ellos era Montevideo, en donde los realistas no solo controlaban la ciudad fortificada, sino que dominaban la navegación del Río de la Plata y sus afluentes, el Uruguay y el Paraná, gracias al poderío de su escuadra. 

La ciudad de Montevideo, con Francisco Javier Elío como Gobernador, fue el centro de la resistencia española en el Plata. En cuanto a las demás villas y la campaña de la Banda Oriental respondieron en seguida a la nueva Junta de gobierno. Esta, abarcando el peligro, resolvió proceder militarmente, ya que la misión conciliadora de Juan José Paso había fracasado.

En apoyo a este propósito, apareció una personalidad que, respondiendo al sentir de los pueblos, se convertiría pronto en su caudillo y alcanzaría una gravitación capital en la política rioplatense. Se trataba de José Gervasio Artigas, nativo de Montevideo, quien pronto, con ayuda de Buenos Aires, iniciaría la lucha contra los españoles.

La proximidad del foco contrarrevolucionario de Montevideo era un tema prioritario para el gobierno porteño. Sin posibilidades de obtener apoyos en la ciudad, la atención se posó en la campaña Oriental, en donde una población heterogénea se mostraba más predispuesta a la prédica patriota. 

Allí, además, se encontraban algunos líderes de experiencia militar, los que podrían desempeñar un importante papel en la lucha por la conquista de Montevideo. Uno de ellos era José Artigas, por entonces Jefe de Blandengues, cuyo predicamento sobre la población rural parecía ir más allá de lo que su función militar podría significar. 

En el verano de 1811 Artigas viajó de incógnito a Buenos Aires, en donde recibió apoyo por parte de Moreno. La colaboración entre Buenos Aires y Artigas será intensa en aquellos meses iniciales del proceso revolucionario. Artigas ofreció su cooperación a Buenos Aires, desde donde se le enviaron auxilios de armas, dinero y también se le otorgó el grado de Comandante. 

Martín Rodríguez fue enviado desde un principio a la costa del Uruguay con órdenes de fomentar la revolución. Si bien los orientales recién proclamarán su rebeldía en febrero de 1811, en el “Grito de Asencio”, los contactos entre porteños y orientales se iniciaron desde el mismo 25 de mayo.  

Varios caudillos orientales produjeron levantamientos, hasta dominar toda la campaña oriental. La Junta de Buenos Aires, a fin de coordinar esas fuerzas, ordenó a Manuel Belgrano abandonar el Paraguay y trasladarse con sus tropas hacia la Banda Oriental. 

En abril de 1811 llegó a Concepción del Uruguay con un refuerzo de 860 hombres, y a su llegada le envió un oficio a José Artigas en el que lo nombraba Segundo Jefe del Ejército Auxiliador del Norte. Unos días antes, la vanguardia patriota, al mando de Miguel Soler, se apoderaba del pueblo de Soriano, derrotando a los españoles que allí estaban resistiendo. 

Belgrano llegó a Mercedes a mediados de abril, en donde consiguió reunir unos 3.000 hombres. Enseguida organizó metódicamente las operaciones: Manuel Artigas (primo de José Gervasio), insurreccionaría el Norte de la Banda Oriental, José Artigas con 500 hombres operaría el centro y Venancio Benavidez, con otros 800 se dirigiría a Colonia. El objetivo esencial era el ataque a Montevideo. 

Incorporado al ejército patriota y estando en Paysandú, se dirigió a Mercedes, donde fue nombrado Segundo Jefe del Ejército Auxiliador del Norte. En esa oportunidad, le escribió a Manuel Belgrano: 

Excelentísimo Señor:

He recibido el oficio que con fecha de ayer me dirige usted en el que se digna nombrarme Segundo Jefe del Ejército Auxiliador del Norte, por cuyo distinguido obsequio tributo a usted las más humildes demostraciones de gratitud y respeto. La disciplina y ejercicios militares que me recomienda, empezarán desde mañana; pues hasta hoy que he sido reconocido, no han tenido lugar mis órdenes para verificarlo.

El desorden en estos Pueblos ha sido general y éste se aumentó en la acción de Soriano que comandó el señor Soler en dicho Pueblo ha sido tan desmedido el saqueo por nuestras tropas que varias familias han quedado enteramente desnudas; por lo que he dispuesto mandar una Partida para que se imponga del lugar en que pueden estar parte de los efectos saqueados, para devolverlos a sus dueños correspondientes.

También he determinado, que los Alcaldes hagan inventario de los efectos correspondientes a los que se han remitido presos a disposición de la Excelentísima Junta y que me pasen un ejemplar, quedando a su cargo el responder de dichos bienes a su debido tiempo.

Siendo mi principal objeto el propender con mi influjo a la total expulsión de los tiranos de la Patria, no perderé tiempo en tomar las providencias que considere más útiles al efecto.

Estoy disponiendo el acopio de caballos necesarios, para determinar la aproximación de varias partidas, que para distintos puntos pienso dirigir; para esto espero algunas gentes que se han de reunir a esta División e igualmente la respuesta de algunos que me interesa, a fin de acabar con el coloso opresor de Montevideo.

Dirijo a usted la adjunta Proclama que con fecha de hoy he dispuesto circular, para cimentar la unión que en cierto modo estaba expuesta e igualmente la que usted me remite: quedando de mi cuidado no perdonar resorte conducente al mejor y confraternidad de todos.

Dios guarde a usted muchos años.

Campamento de Mercedes. 11 de Abril de 1811. José Artigas.

 

Benavidez, después de vencer a los españoles en San José, tomo Colonia, replegándose su guarnición a Montevideo. Aunque Manuel Artigas ocupó una vasta zona, la acción fundamental la realizó José Gervasio Artigas el 18 de mayo en las Piedras, siendo ya segundo al mando por decisión de la Junta de Buenos Aires.

En esta operación, intervinieron también patricios y pardos de Buenos Aires y 600 soldados de caballería orientales. Los realistas, al mando del Capitán de Fragata José de Posadas, sumaban más de 1.200 hombres bien preparados. 

El jefe español tomó la ofensiva, pero José Artigas, con una serie de maniobras lo rodeó y después de cinco horas de lucha, consiguió un triunfo decisivo tomándole más de 500 prisioneros.

La amistad inicial entre Belgrano y Artigas 

La cercanía entre el ala más radicalizada de la Primera Junta (representada en su Mariano Moreno, Belgrano y Castelli), y Artigas fue estrecha. Para los porteños no quedaban dudas de que Artigas era él hombre para liderar la revolución en el actual Uruguay. 

En el artículo 2° del “Plan de Operaciones”, presumiblemente redactado por Moreno, se plantean diversas acciones “en cuanto al medio más adecuado y propio a la sublevación de la Banda Oriental”. Entre ellas, “sería muy del caso atraerse a dos sujetos” a los que se destaca “por sus conocimientos, que nos consta son muy extensos en la campaña, como por sus talentos, opinión, concepto y respeto”. 

La referencia era para el Capitán de Dragones José Rondeau, futuro Director Supremo, y Artigas. Para el primero, se recomendaba el mando de la infantería, para el segundo, el de la caballería.  

La victoria en la batalla de Las Piedras abrió paso al sitio de Montevideo, que se inició el 1 de junio de 1811. El ejército patriota dejó de estar al mando de Belgrano y pasó a las órdenes de Rondeau, sin embargo, y a pesar del poco tiempo en que se conocieron, le permitió establecer una muy amena relación con Artigas. 

Luego de un largo sitio y de incesantes combates, el 23 de junio de 1814 se produjo la rendición de la plaza de Montevideo y el Río de la Plata quedó libre de  enemigos de la Revolución. 

Los porteños (…y los provincianos aporteñados), contra Artigas 

Buenos Aires y Montevideo mantenían relaciones complejas desde 1810, y en 1811 Artigas acompañó en los servicios militares a la Junta Grande, sin embargo la elite porteña, de absoluta fidelidad a España encuentra en Artigas a su peor enemigo. 

Artigas llegó a tener bajo sus dominios a varias de las actuales provincias argentinas (Misiones, Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe y parte de Córdoba), además de la Banda Oriental. Este conglomerado llegó a llamarse Los Pueblos Libres. Esta situación molestaba mucho al unitarismo porteño y a toda la oligarquía rioplatense. 

El contraste ideológico era absoluto. Artigas argumentaba sobre el “derecho de los pueblos”, mientras que el unitarismo hablaba de “progreso y civilización”.

El liberalismo conservador de Buenos Aires veía en Artigas a un audaz revolucionario capaz de comprometer sus intereses, entonces Sarratea declara a Artigas “traidor  la Patria” y promete indultar a quienes lo eliminen por la fuerza de las armas. 

Los “vencedores” que escribieron la historia de la Patria (Bartolomé Mitre, Vicente Fidel López entre otros), a los que se unió Sarmiento fueron quienes denostaron la figura de Artigas. Este último (a quien no conoció), dijo: 

“Artigas es un bandido, un tártaro terrorista, jefe de bandoleros, salteador, contrabandista, endurecido en la rapiña, incivil, extraño a todo sentimiento de patriotismo, famoso vándalo, ignorante, rudo, monstruo sediento de pillaje, sucio y sangriento ídolo con chiripá” 

En 1814, Gervasio Posadas, siendo Director Supremo, resuelve a través de una disposición, “declarar a Artigas como infame, privado de sus empleos, fuera de la Ley y enemigo de la Patria, quien deberá ser muerto…. Cualquier auxilio que se le dé voluntariamente será considerado como crimen de alta traición y se recompensará con 6.000 pesos a quien lo entregue vivo o muerto” 

Belgrano se dejó influir por los rumores que hace circular el General español Joaquín de la Pezuela (vencedor de Rondeau en Sipe Sipe), quien, en una batalla informativa y de contraespionaje, se manifiesta diciendo: 

“Hace mucho tiempo que desconfío de Artigas (…) mucho me temo que el canalla está por traicionarnos”. 

Los motivos de la pelea 

Las diferencias entre nuestros protagonistas no surgieron de inmediato, sino a consecuencia de la lucha entre la Liga de los Pueblos Libres encabezada por Artigas y el Directorio de Buenos Aires. 

Todo comenzó en octubre de 1811, cuando el Primer Triunvirato firmó un armisticio con Montevideo, por el cual se le entregó a los realistas el control sobre toda la campaña oriental y parte del actual Entre Ríos.  

La respuesta de la población y de Artigas fue el famoso “Éxodo Oriental” y una indisimulable frustración ante el acuerdo de cúpulas alcanzado por Buenos Aires. Dos años después, los diputados orientales serían expulsados de la Asamblea del Año XIII, bajo el argumento de irregularidades en el proceso de elección. 

El formalismo ocultaba un motivo de fondo: Artigas había instruido a sus representantes a impulsar la declaración de la independencia, la organización de una República federal, el fin del monopolio comercial porteño y el retiro de la capital fuera de Buenos Aires. Demasiado para la elite capitalina. 

La ruptura se materializó en la primera batalla en la historia de la larga guerra civil argentina contemporánea a la expulsión de los Diputados orientales. 

Después, lo conocido. La Liga de los Pueblos Libres formalizó su independencia el 29 de junio de 1815, en el Congreso de Arroyo de la China, mientras que el resto de las provincias lo hizo un año más tarde, el 9 de julio, en Tucumán. 

Para entonces, el conflicto entre la Liga y Buenos Aires iba en aumento y es a partir de allí que Belgrano asume una postura de crítica personal hacia el liderazgo de Artigas y su proyecto alternativo.  

¿A qué se debió la tensión entre ambos? ¿Qué le criticó Belgrano a Artigas? Y, en última instancia, ¿por qué Belgrano no logró comprender o visualizar en forma distinta a como lo hiciera la elite porteña al proyecto artiguista, cuyas bases sociales eran de un profundo humanismo? Al respecto hay varias respuestas posibles.  

En primer lugar, que Belgrano no pudo sustraerse de su pertenencia ideológica a la elite liberal y moderna ni a su origen porteño. 

En vez de procurar una postura intermedia, como la que propuso San Martín, Belgrano respondía casi visceralmente a su núcleo de pertenencia, quienes “le llenaron la cabeza” ya que estaban en guerra abierta y total contra el artiguismo. 

En segundo plano, para mediados de la década, la forma de gobierno monárquica se había consolidado como la mejor alternativa entre los sectores dirigentes revolucionarios, incluso Belgrano la propondrá ante el congreso de Tucumán, mientras que Artigas sostendrá con firmeza la organización republicana del país, ideario que expresó en las Instrucciones del Año XIII y que mantuvo durante toda la década.  

La realidad es que, de aquella confluencia inicial para combatir a los realistas de Montevideo, la relación entre Belgrano y Artigas viró hacia un enfrentamiento cada vez más intenso, en el que los misioneros también serán protagonistas. 

Actores de la disputa del drama de la guerra, soldados en el campo de batalla y protagonistas de aquel día, en que las tropas de Andresito (ahijado de Artigas), lucharon contra las de Belgrano. Desde ese momento se creó en algunos sectores de la sociedad de Misiones un sentimiento antibelgraniano, situación que no persiste en estos días, aunque algunos historiadores lo nieguen. 

En cuanto a las diferencias entre Belgrano y Artigas, salvo en lo que a Monarquía y República se refiere, no habría otra de peso, ya que para la época del supuesto enfrentamiento, Belgrano ya habría manifestado la inconveniencia de combatir contra los federales, a pesar que no compartía sus ideas.

En aquel momento Belgrano estaba en el último tramo de su mortal enfermedad y Artigas ya iba rumbo al exilio definitivo en Paraguay.

Epílogo 

La “grieta”, de la que hoy tanto se habla, es una jugada perfecta y perversa de quienes la foguean deseando una nación dividida donde pocos ganan (siempre los mismos), y muchos pierden (siempre los mismos). 

No es un invento del periodismo actual, aunque muchos la fomentan para tener, como en el antiguo circo romano, “letra” para sus títulos amarillentos, mientras que la inmensa mayoría de los argentinos desean trabajar en paz y vivir dignamente. 

Bibliografía 

CAMOGLI, P. (2020). Especial Misiones Online (Cap.VIII): La relación entre Belgrano y Artigas que llevará a los misioneros a luchar contra el creador de la bandera. https://misionesonline.net/2020/07/12/especial-misiones-online-cap-viii- 

GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES. Campaña militar a la Banda Oriental.  http://servicios.abc.gov.ar/docentes/efemerides/20dejunio/htmls/campana/bandaoriental.html 

O´DONNELL, P. (2015). 1815, La primera declaración de independencia argentina. Buenos Aires. Aguilar, 264 p. 

PIGNA, F. (2016). Manuel Belgrano: el hombre del bicentenario. Buenos Aires. Planeta, 448 p.