Si de olvidados de nuestra historia se trata, esta es una más. Tal vez los contadores de la historia oficial la hicieron a un lado por pueblo, por mujer, por negra y por pobre, aunque todos en el Ejército del Norte la llamaban “La Madre de la Patria”.
Si bien buena parte de esta historia (…como tantas otras), tiene “hojas en blanco”, he tratado de resumir más el espíritu de esta mujer que su actuación cronológica, la cual, según diversos autores no cuenta con muchos documentos.
María
Remedios del Valle fue enfermera, camarada, contenedora de soldados heridos y
maltratados, “asistente social”, lavandera y responsable de dar aliento a la tropa.
Tenía 40 años cuando, después
de criar a sus hijos, se enroló junto a estos y su esposo en el Ejército del
Alto Perú.
Belgrano, que no quería
sacrificar mujeres en el frente de batalla, le permitió estar a la vanguardia
de varios combates y la nombró Capitana del Ejército.
No le sirvió de mucho ya que
mendigó durante muchos años hasta que logró un pequeño reconocimiento.
Esta es su pequeña gran
historia.