sábado, 10 de agosto de 2019

Entre patas de caballos. Mitos sobre las estatuas ecuestres



Alguna vez me enseñaron que, según la postura de las patas del caballo en las estatuas ecuestres de nuestros próceres, indicaba la oportunidad en que habían muerto: durante alguna batalla, luego de la misma o de muerte “natural”.

Esto me permitió prestar atención a este detalle y me encontré con tantas contradicciones como tiene la historia argentina.
En parte no se cumplía la “regla”, y en parte indicaba el pensamiento de quien mandó a realizar la estatua y del escultor en sí. Hasta me enteré que había escultores que se especializaban en “hacer” caballos, y otros en plasmar en bronce la figura del prócer.
También me enteré que algunos escultores preparaban los cuerpos del jinete, pero no la cabeza, esperando que alguien solicite una estatua específica y “fabricarla a pedido”. Por eso se parecen tanto algunos monumentos.
Por esto quiero compartir estas curiosidades con ustedes.
Buena parte de la historiografía indica que las estatuas ecuestres esconden un mito, o una regla oficiosa que en ocasiones se cumple y en otras tantas no.
“Según la postura del caballo podría saberse cómo ha muerto el héroe representado sobre él”.
El supuesto significado sería el siguiente:
·    Si las dos patas delanteras del caballo están despegadas del suelo, el personaje que está sobre él murió en pleno combate o batalla (la mayoría son soldados o personajes históricos militares).

·   Si únicamente tiene una de sus dos patas delanteras despegadas del suelo, significa que la persona murió después de una batalla pero por consecuencia de alguna herida sufrida en la misma.

·  Por último, en caso de que la persona hubiera muerto por causas naturales, el caballo mantendrá sus cuatro patas pegadas al suelo, adoptando una postura relajada.

El origen de las creencias
Estas creencias provienen de la antigua Roma, particularmente en estatuas que homenajearon a  reyes, militares o alguien que destacó en alguna batalla
Al parecer todo empieza con la única estatua de bronce que ha llegado a nuestros días de un emperador romano de la época pre-cristiana, la estatua ecuestre de Marco Aurelio, en la cual se ve al emperador saludando con su imponente caballo levantando la pata derecha.
Las estatuas romanas de bronce se fueron fundiendo para dar lugar a otras estatuas de las iglesias cristianas o simplemente transformarlo en monedas.
La razón de que la estatua sobreviviera al paso del tiempo se debió a un error ya que la estatua de Marco Aurelio se salvó del “reciclaje” ya que pensaban que se trataba de una estatua de Constantino I el Grande, quien cristianizó Roma, y por eso fue respetada. ¿Habrán sido parecidos Marco Aurelio y Constantino?
El mito de la posición de las patas de los caballos en las estatuas se fue diluyendo con el tiempo y el avance de las civilizaciones. Hay países que aún respetan aquella creencia, pero la mayoría tiene tradiciones contrarias, y más aún, hay países que no tienen normativas al respecto. La Argentina es un ejemplo de ello.
La mayoría de las estatuas ecuestres de Argentina fueron diseñadas y construidas en Europa, y los caballos criollos que utilizaron nuestros próceres casi nunca se vieron representados.
Las estatuas ecuestres y la muerte

Sería muy extenso enumerar las estatuas ecuestres de los notables, por lo que solo tomaré algunos casos solo para demostrar que en nuestro país no se cumple con regla alguna que vincule a estas con la forma de morir del homenajeado.

·         José de San Martín

Todos sabemos que San Martín no murió en batalla sino, ya siendo anciano, en su casa de Boulogne Sur Mer, y por lo tanto sus estatuas deberían mostrarlo sobre un equino con las cuatro patas apoyadas.

Esto solo ocurre en unas pocas de las tantas que el prócer tiene en la Argentina y en el mundo, tal es el caso de una en Chubut y otras en Mendoza.

La gran mayoría lo muestran a San Martín sobre un caballo con ambas patas delanteras elevadas y San Martín señalando hacia el oeste (supuestamente por la posición geográfica de la Cordillera de Los Andes), salvo una de Santa Fe, que por presión de la masonería indica el este.

Esto de alguna manera responde a una cuestión estética y a una postura de triunfalismo de nuestro héroe máximo, particularmente por responder al criterio mitrista de 1862 (cuando se inaugura la estatua), que el Padre de la Patria debía ser un militar, razón por la cual el “segundo” Padre de la Patria hasta ese momento (Manuel Belgrano), quedó relegado.

En 1950, el Presidente Juan D. Perón consagra por Ley a San Martín, desplazándolo definitivamente a Belgrano, como único Libertador.

La de la Plaza San Martín en el barrio de Retiro de Buenos Aires es la primera estatua ecuestre erigida en la Argentina.

Otras estatuas ecuestres de San Martín que lo recuerdan en el mundo no siguen ningún patrón referido a la posición de las patas del caballo: una delantera y una trasera como en Boulogne Sur Mer (Francia); ambas patas delanteras en Madrid (España), como copia de la de Argentina y solo una pata levantada como en Lima (Perú).
                   
·         Manuel Belgrano

Manuel Belgrano nunca quiso ser reconocido como militar, sin embargo el destino le deparaba otra cosa, y hoy tiene el mayor reconocimiento en los homenajes a su memoria montado en un caballo y, obviamente, sosteniendo la bandera nacional.

Belgrano en Rosario 
La primera de Belgrano en la Plaza de mayo en Buenos Aires se inauguró en 1873 durante la presidencia de Sarmiento. Lo curioso es que el financiamiento de la misma no fue de las arcas públicas sino que fue erigido por "gratitud pública", es decir, que la población lo financió con lo que quiso dar.                      
Durante la Intendencia de Marcelo Torcuato de Alvear, se consideró que el basamento era muy bajo para la importancia del monumento.
Al reemplazar el basamento por el anterior, se aprovechó para cambiar la orientación de la estatua, que tenía al caballo mirando al cabildo, para que ahora mirara hacia el norte. Esta medida se debió a que con la orientación anterior el equino reservaba su cola para la Casa de Gobierno.
Si bien Belgrano no tiene en el mundo el mismo nivel de reconocimiento que San Martín, algunas de sus estatuas ecuestres gemelas se inauguraron simultáneamente en la ciudad de Rosario (Argentina), y en Génova (Italia), la ciudad de sus padres.
La situación de las estatuas ecuestres de Manuel Belgrano no es diferente a las de San Martín en lo que a la posición de las patas del caballo se refiere. Las hay con las dos patas elevadas, con solo una y con las cuatro patas apoyadas en el suelo.

·         Martín Miguel de Güemes

El General Güemes muere asesinado, pero no en una batalla formal. Su monumento ecuestre principal se encuentra en la ciudad de Salta, al final de una avenida ascendente denominada Paseo Güemes en la falda del cerro San Bernardo. La escultura lo muestra sobre un caballo con las cuatro patas apoyadas, con los típicos guardamontes y su figura tiene un gesto particular: su mano derecha está colocada encima de sus ojos en forma de visera, guareciéndolo de la luminosidad y mirando hacia las altas cumbres cordilleranas del occidente.
 Güemes en Salta

Luego de muchos años de solicitar a los gobiernos nacionales el reconocimiento de Güemes, se inauguraron estatuas ecuestres en numerosas localidades, desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (réplica del monumento salteño), hasta Castelli en el Chaco, donde se muestran diferentes posturas de los equinos.                

·         Juan Bautista Bustos

Juan Bautista Bustos, caudillo cordobés de destacada actuación en nuestras luchas por tener un país mejor, mereció mucho más que el cuasi olvido en nuestros libros de historia de la escuela. Murió en batalla, y hoy sus comprovincianos rescataron su historia, aunque los porteños no quieran tener ni una sola calle con su nombre, a pesar de su destacada actuación en las invasiones inglesas a los Malos Aires.

Por este motivo y por ser reconocido como primer Gobernador constitucional cordobés que administró la provincia entre 1820 y 1829, se le realizó, recién en el año 2010, un monumento ecuestre en el Parque Sarmiento de esta capital.

Varias localidades cordobesas comienzan a rescatar su figura a través de monumentos ecuestres, réplicas del localizado en la capital provincial, donde tampoco se cumple la supuesta regla de las estatuas ecuestres.

Por otros pagos

·         Simón Bolívar

En su estatua ubicada en la Plaza Bolívar de Caracas, se puede ver la figura del Libertador montando a su caballo, el cual está representado con las patas delanteras en el aire. Esto según se creía, significaba que la muerte del Libertador había sido en el campo de batalla, pero la historia  señala que el Libertador Simón Bolívar murió de tuberculosis en la Hacienda Santa Marta en  Colombia.

Simón Bolívar en Caracas

·         José Gervasio Artigas

Su estatua ecuestre, sita en la Plaza de la Independencia de Montevideo, (Uruguay), aparece con una pata delantera levantada, señal de que murió como consecuencia de las heridas recibidas durante la batalla. Sin embargo murió en la ciudad de Asunción (Paraguay), a  la edad de 86 años.


Artigas en la Plaza Independencia de Montevideo


Corolario lamentable: 

Las reglas se “acomodan” según las circunstancias

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.