jueves, 19 de octubre de 2017

El negro Barcala, ¿Unitario converso o convencido?


Dicen algunos que cuando se mezcla realidad con leyenda, hay que quedarse con la leyenda.

La pluma estrictamente “antifederal” de Domingo Faustino Sarmiento, hizo del Coronel Barcala (el único negro que llegó a Coronel del ejército), un unitario acérrimo, sin embargo en algunos tramos de su vida demostró lo contrario, como tantos de su época.

Hasta el Chacho Peñaloza (del que nadie puede dudar de su federalismo del interior), cumplió una etapa en el bando contrario.

El negro Barcala, como lo llamaban sus camaradas, fue un magnífico instructor y puente entre los de su color y los altos mandos militares.

San Martín le concedió la libertad y lo admiró profundamente, Facundo Quiroga lo quiso a su lado y Aldao (de quien también fue subalterno), lo fusiló cuando apenas tenía 40 años.


Aquí va otra de estas tristes historias de las guerras civiles argentinas.

¿Quién fue el negro Lorenzo?
Lorenzo, nació esclavo en la Mendoza de 1795, en la casa de su amo, don Cristóbal Barcala, escribano y comerciante muy reconocido, quien había comprado a su joven madre africana.
De allí Lorenzo tomó su apellido como se acostumbraba en la época.
Desde muy niño Lorenzo se destacó por su inteligencia y capacidad, pero como todos los de su “clase” tuvo que. Como era hombre de color, tuvo que trabajar en oficios sin mayores aspiraciones.
Sus inicios
A sus 20 años, y durante la guerra por la Independencia, Barcala se alistó en 1815 en las milicias de Cívicos Pardos de Mendoza. Fue liberado por orden del Gobernador de Cuyo, General José de San Martín, pero por causas desconocidas no se incorporó al Ejército de los Andes.
Unos meses antes de iniciar la campaña a Chile, San Martín lo dejó a cargo del batallón de negros al ya ascendido Sargento Barcala, para que se ocupara de instruir a las tropas inexpertas en la ciudad. Al comenzar 1820 ya era Sargento Primero.
En enero de ese año, al sublevarse en San Juan el Regimiento 1° de los Andes, las tropas mendocinas fueron acuarteladas en previsión de que el movimiento se propagara por toda la región, y Barcala recibió el cometido de organizar y disciplinar algunas fuerzas. Lo hizo con tanta energía y acierto que ascendió a Alférez.
Poco más tarde Barcala marchó a campaña, al mando del General Bruno Morón (ex soldado de Belgrano en el Ejército del Norte, de orientación federal), para enfrentar la invasión del caudillo chileno, General José Miguel Carrera, quien inició su invasión hacia Cuyo, cruzando el sur de Córdoba al frente de un ejército de montoneros e indígenas.
Morón, al mando de las fuerzas de las tres provincias cuyanas y salió en su búsqueda. Cruzó San Luis y lo atacó por sorpresa en San Bernardo, cerca de la actual Villa Mercedes, causándole muchas pérdidas. Barcala, se hizo acreedor a un nuevo ascenso.
El General Carrera fue condenado a muerte por Tomás Godoy Cruz, y en septiembre de 1821 fue el "Negro" Barcala  quien dio la señal de fuego a su pelotón de fusilamiento en la Plaza Mayor (hoy Plaza del Castillo, Mendoza). 
En 1822 era ya Sargento Mayor. En junio de 1824, José Albino Gutiérrez (9º Gobernador de Mendoza, de orientación federal), mandó fusilar a algunos opositores, hecho que reprobó todo el pueblo y el propio general San Martín, cuando se enteró de ello.
Barcala participó en una revolución contra Gutiérrez, pero, tras fracasar en el intento, huyó a San Juan. De regreso a Mendoza, secundó al Coronel Juan Lavalle en la segunda revolución contra Gutiérrez.
Barcala, ya con el rango de Capitán y con el cargo de Segundo Jefe del Batallón de Granaderos, se pronunció contra Gutierrez, a quien respaldaban el comandante de la unidad y varios oficiales, y contribuyó a poner al frente de las tropas a Lavalle, de paso hacia Buenos Aires. Este fue elegido Gobernador interino hasta que se hizo cargo el titular, Juan de Dios Correa.
Esta victoria lo identificó como personaje central del partido unitario local. Su posicionamiento no era ni ideológico ni doctrinario. Como la mayoría de los protagonistas de aquellos años, su alineamiento se realiza atendiendo las luchas facciosas locales.
Lorenzo Barcala, además de destacarse en los campos de batalla, también se distinguía en los salones de baile. Fue un gran músico, excelente bailarín y un gran conquistador de bellas damas. Su gran nivel cultural, provocaba curiosidad entre las mujeres, quienes lo admiraban.
Poco después participó, a órdenes de José Félix Aldao, en la represión de la revolución "eclesiástica" sanjuanina y la reposición en el gobierno de Salvador María del Carril.
Aldao ya se había manifestado simpatizante de la causa federal, sin embargo concurrió al apoyo del unitario del Carril.
En 1826 Barcala se unió al ejército que luchó en la Guerra del Brasil, a órdenes del Coronel Ramón Bernabé Estomba (ex oficial de Belgrano y fundador de la ciudad de Bahía Blanca).
Participó en el fracasado ataque a Punta del Este y fue tomado prisionero. 
Estuvo varios meses en una cárcel en Río de Janeiro con la permanente amenaza de ser vendido como esclavo, hasta que recuperó la libertad en un cambio de prisioneros.
A su regreso a  Buenos Aires, participó del movimiento revolucionario del 1° de diciembre de 1828 que terminó con el fusilamiento del Coronel Dorrego, y pasó a formar parte de las tropas puestas a las órdenes del ahora General Paz, quien debía extender el alzamiento al interior.
En 1829, y a sus órdenes peleó en la batalla de San Roque. El vencedor le encargó organizar un batallón de infantes negros, libertos. Esta era una libertad muy cara, que se pagaba con muchos años de servicio en el ejército.
Barcala fue muy querido por los negros, especialmente porque los defendía de las desprecios y atropellos de los blancos. Al frente de ese batallón peleó en la batalla de La Tablada, tras la cual fue ascendido al grado de Teniente Coronel.
Después de la victoria de Oncativo fue ascendido a Coronel en el campo de batalla por el General Paz, a sus 35 años, y enviado como segundo jefe del ejército de ocupación de Mendoza, que iba al mando de José Videla Castillo.
Éste fue nombrado Gobernador, y Barcala fue nombrado jefe de vanguardia, organizando un cuerpo de infantería denominado los Cazadores del Pilar. Participó en la batalla de Rodeo de Chacón como jefe de un ala de caballería.
La batalla de Rodeo de Chacón (actual ciudad de Santa Rosa, Mendoza) en marzo de 1831, fue un combate que terminó con la victoria de Juan Facundo Quiroga.
Barcala protegió a su jefe Videla Castillo en su retirada hacia el norte, donde se unieron a las fuerzas del general Lamadrid, nuevo jefe del ejército de la Liga Unitaria. A órdenes de éste combatió en la definitiva derrota que fue la batalla de La Ciudadela (Tucumán), donde fue hecho prisionero.
Después de la batalla, Facundo Quiroga fusiló algunos oficiales. Al recibir a Barcala le preguntó "¿Que hubiera usted hecho, Coronel, si me hubiera tomado preso?", a lo que Barcala respondió sin dudar "Lo hubiera fusilado, General".
Quiroga admiraba el coraje, y tras indultarlo, le propuso ser su Jefe de Estado Mayor, a los que Barcala aceptó con la condición de no pelear contra otras tropas unitarias.
Cuando Quiroga se retiró de las actividades militares, instalándose en San Juan, Barcala se radicó allí. No quiso volver a Mendoza, ya que Aldao había jurado matarlo, incluso intentó convencer a Quiroga de que lo hiciera fusilar.
Quiroga le otorgó el mando de un batallón denominado Defensores del Honor Nacional con el que participó de la Campaña al Desierto organizada por Juan Manuel de Rosas en 1833, en la columna bajo el mando del General José Ruiz Huidobro. Combatió contra los ranqueles de Yanquetruz en el combate de Las Acollaradas. Por su destacada acción, Juan Manuel de Rosas lo nombró "Héroe del Desierto".
Asesinado Quiroga en 1835, Barcala consideró roto su compromiso con este. Sus lugartenientes comenzaron a disputarse la herencia político militar y se produjo una serie de conflictos entre Aldao, de Mendoza, Martín Yanzón (Gobernador de San Juan), y Tomás Brizuela (Gobernador de La Rioja.

El final
Domingo de Oro, un intrigante, ambicioso y ambiguo político, mientras era ministro de Yanzón, y muy parecido a un “monje negro”, intentó librarse de Aldao por medio de una conspiración, incitando a Barcala para que la dirigiera desde San Juan. Esta conspiración era de mayor magnitud, ya que pretendía aislar a Rosas de los federales del interior.
La conjura fue descubierta y sus jefes mendocinos arrestados y ejecutados, entre ellos el Coronel José Ignacio Correa de Saá.
Pasado el peligro, Aldao (que no era el Gobernador sino el jefe del ejército), exigió la extradición de Barcala, bajo amenaza que si esto no ocurría invadiría la provincia de San Juan. El ministro Oro (autor intelectual de la conspiración), fiel a su conducta reprochable, decidió salvar su vida entregando a Barcala, que engrillado fue trasladado a Mendoza.

Tras un juicio que duró un mes, Barcala fue condenado a muerte. En agosto de 1835, cuando tenía 40 años de edad, marchó con un pelotón de fusilamiento  hacia la plaza (hoy Sarmiento), para su ejecución, en el mismo lugar donde instruía a sus tropas en los preparativos del Cruce de Los Andes.
El día anterior, el Juez Supremo de Alzada, Timoteo Maradona, había recibido estas líneas, escritas con pulso firme por Barcala:
"Amigo mío: cuando ésta llegue a sus manos ya no existiré quizá: estoy en capilla y mañana a las 11 seré ejecutado. La amistad que he tenido con usted y toda su casa sirva pues para que haciendo los mayores esfuerzos, mande mi equipaje a mi desgraciada familia: así se lo suplica su atento servidor y desgraciado amigo”.
 Lorenzo Barcala
Su hijo Celestino Barcala peleó contra los federales en la década de 1860 y, corriendo la misma suerte de su padre, fue fusilado por Felipe Varela poco antes de su derrota en la batalla de Pozo de Vargas.
Lamentablemente, torturas, fusilamientos y degüellos caracterizaron, por lo general, el final de cada batalla en nuestras guerras civiles.


Bibliografía
ALANIZ, R. 2010. El negro Barcala. Diario El Litoral. Julio 28
CAMPANA, C. 2013. Lorenzo Barcala: origen africano y destino trágico. Diario Los Andes. Suplemento Estilo. Octubre 6.
DE MARCO, M.A. 2000. Barcala: la heroica vida de un coronel negro. Diario Los Andes. Diciembre 17.
WIKIPEDIA. 2016. Lorenzo Barcala. http://es.wikipedia.org/wiki/Lorenzo_Barcala. Edición de página: 27 de Diciembre de 2016


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