¿Quién, que hoy peine canas, no cantó o tarareó alguna vez en un fogón o en una peña la famosa zamba “La López Pereyra”?, considerada himno tradicional de Salta.
¿Quién se preguntó
que tiene que ver la letra de la misma con el título, ya que en la misma no
aparece, ni siquiera es protagonista, don López Pereyra.
Esta historia es
conocida, pero no por ello podamos dejar de recordarla con ribetes amorosos,
criminales, policiales y penales, acompañada con una música pegadiza que puso
en el pentagrama don Artidorio Cresseri.
Cuando uno se pone a
estudiar esta corta historia, de un hecho tan simple, y a su vez tan "arrevesado", no puede menos que elegirla como “típica de nuestro país”. Como en los cuentos
infantiles, uno la escribió, otros le pusieron letras, otros se la hicieron
propia, y un pícaro se quedó (o al menos lo intentó), con la tajada.
Si hubiese sido un bodrio nadie la cantaría, nadie la reclamaría, no generaría tanta polémica ni levantaría tanta polvareda, en apenas 3 minutos y 37 segundos, que es lo que duran las versiones clásicas.
¿Quién fue don Artidorio?
Artidorio Cresseri nació en la Ciudad de
Salta un 5 de marzo de 1862 en el seno de una familia de
origen italiano. De su padre heredó las ansias de viajar y conocer. A los once
años comenzó a acompañarlo al trabajo, comerciando con mulas en la frontera con
los países andinos. Más adelante, residió en Tarija (Bolivia) y comenzó a viajar a Sucre.
En esos viajes se
familiarizó con la música y la danza andina. De su madre recibió sus primeras
lecciones musicales y a los 16 años ya tocaba el piano. En 1880, su obra musical Bailecito de Bolivia se hizo muy
popular en Sucre, el sur boliviano y en las provincias de Salta y Jujuy. Entre sus obras se pueden mencionar también “Zamba para
Palmira”, “Al pie del Chañi” y “Ofrenda”.
Se dedicó a
la composición, la interpretación y la docencia. Fue maestro
de enseñanza primaria y ejerció como Director
de la Escuela Elemental Nº 1.
Durante toda su
vida recorrió las provincias del norte
argentino, dedicándose a la afinación de pianos, a la enseñanza musical y a
la investigación del folclore de la región.
¿Por qué la zamba se llama La
López Pereyra?
Una
noche, al regreso a su casa Cresseri mantuvo una acalorada discusión con quien
fuera su pareja, y la empujó, con tan mala suerte que la mujer dio con la nuca
contra un umbral perdiendo la vida en el acto.
Cresseri
fue encarcelado, pero, durante el juicio, a través de la figura legal de
“emoción violenta” (extraída de la jurisprudencia francesa y utilizada por primera
vez en nuestro país), el Juez Carlos López Pereyra, liberó a don Artidorio.
El
músico quedó eternamente agradecido a quien lo salvó de la cárcel. En una
antigua publicación, el hijo de Cresseri recuerda que "en plena reunión, alzados ya los ánimos,
López Pereyra le pidió a don Artidorio que ejecutara esa 'chilena' que tanto le
gustaba.
Fue
entonces cuando, empujado por la emoción, le dedicó su composición musical
bautizándola: “Chilena dedicada al Doctor Carlos López Pereyra", que luego
se simplificó en los fogones y peñas como “La López Pereyra”
Don Artidorio falleció
a los 88 años en la indigencia de un hogar de ancianos de la Ciudad de
Salta el 18 de octubre de 1950, sin saber como, una de sus composiciones, se
convertiría en el centro de numerosas polémicas y pleitos judiciales durante
los próximos 30 años.
¿Quiénes compusieron la letra de La López Pereyra?
Hasta donde los
registros existen y las demandas judiciales lo prueban, la música de esta zamba
(o zamba-cueca por su ritmo, también llamada chilena), si bien fue escrita en 1901 por don Artidorio, que llegaba a
la madurez de sus 40 años, nunca la registró.
Algunos también le
atribuyen la letra, sin embargo muchos son los que se “anotaron” como autores
de esta última, quizás hayan visto unos pesos por los derechos de autor de este
tema popular.
Entre los escritores de la
letra han sido mencionados Juan Francia, René Ruiz, Arturo Gambolini, José
Gambolini, el propio Artidorio Cresseri y hasta el juez Carlos López Pereyra.
Generalmente se admite que la
letra fue compuesta posteriormente a la popularización de la música. Si bien no
existe plena certeza sobre la autoría de la letra de la canción, los
investigadores coinciden en general en que la misma es obra de varios autores,
pero discrepan al momento de establecer la autoría de cada uno.
La mayoría de los estudiosos
coinciden en reconocer al uruguayo Juan Francia como el principal autor de la letra, al menos
de las tres primeras estrofas.
Si esto fuese así ¿Cómo Juan
Francia interpretó que la música estaba inspirada en la muerte de la amante de
Cresseri?
¿Cómo es que ahora algunos “estudiosos”
entienden que la letra debe ser considerada dentro de un femicidio causado por
Cresseri, si este no era el autor de la misma?
Según el psicólogo Diego Dutto:
En
varios pasajes de “La López Pereyra” se puede inferir la actitud psicológica
que toma el autor: “Tu imagen me persigue, tuya es mi vida”, o “deliro con la
falsía con que ha pagado tu amor”, etc. Una clara postura de posesividad y
despecho tan propia de un amor equívoco.
“Me
han dicho que no me quieres pero eso no es un motivo, me privas de tu mirada”
como si no fuera un motivo válido que ella no quiera mirarlo si no es lo que él
quiere (“no me importa lo que vos quieras o pienses si el que manda y decide
soy yo”), despojando a la mujer de su libre albedrío, de su condición humana
básica.
El “juicio” de estas interpretaciones psíquicas (y
no psicológicas), parecen haber sido elaboradas en una noche de borrachera (o
algo mas), y habría que hacérselo a el/los
autores de la letra, si es que ellos tuvieron un acto de femicidio, y no al
autor de la música, que en realidad lo cometió.
Un historiador dice:
El contexto metafórico no conlleva ni un dejo de
despecho, rabia, indignación o algo muy oculto o “entre líneas” que deje
entrever “algo” de pequeñez o chatura. Todo el texto es una tristísima elegía
de enamoradísimo ser que ante la adversidad irreversible, derrama su alma en
cada verso y como remate ruega “al Dios piadoso resignación...”
La letra describe mas a un hombre despechado que a
uno arrepentido de un femicidio, pero fuese como fuese el pueblo la seguirá
cantando sin tanto análisis “científico”.
Parece ser que en sus continuos viajes, y cuando
aún la zamba no tenía título, Cresseri se la hizo conocer a la madre de los
santiagueños, luego famosos, hermanos Ábalos. La mujer difundió la melodía y la
bautizó como “La chayateña”.
En 1916,
el recopilador Andrés Chazarreta publica su segundo álbum y entre ellas figura
“La chayateña” con su autoría. Los familiares de Cresseri, que aún vivía,
iniciaron acciones judiciales, aunque Chazarreta reconociera que se trataba de
una zamba salteña “silvestre” que “escuché alguna vez y cuyo autor
desconozco”, que le
pasara en Tucumán el “Negro” Parreño, un violinista santafecino. “La López Pereyra” fue difundida por Chazarreta, a partir de
la década de 1920.
En 1922, el dúo Gardel-Razzano tiene en su
repertorio una tonada titulada “El sapo y la comadreja”, cuya melodía es la de
“La López Pereyra”.
En
1949 se inicia en Salta un movimiento de reivindicación en favor de Cresseri
(quien fallece un año más tarde). Integran aquella comisión de defensores, para
que se reconocieran los
derechos de Cresseri como autor de la música, artistas de la talla
de Manuel J. Castilla, César Perdiguero y el “Cuchi” Leguizamón.
Con posterioridad, los grupos
folclóricos salteños incluyeron la canción como una de las principales de su
repertorio, ligada a la reivindicación de Cresseri, como autor de la misma, y
en consecuencia de su pertenencia al patrimonio cultural de Salta.
La canción fue inscripta en 1958 en SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores), con los títulos López
Pereyra y Llorar llorar,
En
1960 SADAIC decide suspender la liquidación de derechos, que hasta entonces
eran cobrados por Chazarreta y en 1967 la justicia reconoció a Cresseri como autor
de la Música. En ese mal momento de litigio se han juzgado opiniones de peso
como de Atahualpa Yupanqui, Antonio Faro, Ariel Ramírez, la madre de Los
Hermanos Abalos, el “Tata” Farías Gómez entre otros.
En 1964 José
Canet realiza su propia adaptación de la zamba en tiempo de tango. Con el
acompañamiento de sus guitarras, es registrada con letra de Alberto Marino.
Inicialmente, la canción fue
titulada como Cafayate y luego como Chilena dedicada
al doctor Carlos López Pereyra. También ha sido conocida como La
chayateña.
Hubo una apelación, y en definitiva la justicia falló, en 1978, en
favor de Cresseri, reconociéndole
el 50 % de los derechos de autor, cuando este ya había
muerto pobre y olvidado.
Un día el “Cachilo”
Diaz fue interrogado sobre su parecer respecto al origen de la zamba y este
dijo:
“esa composición es realmente una
habanera cubana que vino bajando de voz en voz, de pueblo en pueblo y se metió
en territorio argentino. Llegó a Salta, Cresseri la rescató del bardo popular y
la anotó como suya. Cuando pasó por Santiago, Chazarreta hizo lo mismo”.
¿Es una zamba?
Esta composición tiene la particularidad de no tener estribillo, una
característica de la zamba "antigua". Con posterioridad la zamba se compondría por
regla general con dos partes (primera y segunda), cada una de ellas con dos
estrofas y un estribillo.
Yo
quisiera olvidarte, me es imposible mi bien, mi bien...
Tu
imagen me persigue, tuya es mi vida y mi amor también...
Y
cuando pensativo yo solo estoy...
Deliro
con la falsía con que ha pagado tu amor, mi amor.
Si yo
pudiera tenerte a mi lado todo el día...
De mis
ocultos amores paloma te contaría...
Pero
es inútil mi anhelo, jamás, jamás...
Vivo
solo para amarte, callado y triste, llorar, llorar.
Me han
dicho que no me quieres, pero eso no es un motivo...
Me
privas de tu mirada, mi alma, sin ella no vivo...
Voy a
ocultarme a un selva solo a llorar...
Y
pueda ser que en mi destierro tus ojos negros pueda olvidar...
En una
noche serena al cielo azul miré, miré...
Contemplando
a las estrellas, a la más bella le pregunté...
Si era
ella la que alumbraba tu amor, mi amor..
Para
pedirle por ella, al Dios piadoso resignación...
Los estudiosos también han discutido su ritmo, definido inicialmente por el
autor como una "chilena", sosteniendo que el mismo es más rápido que
una zamba clásica y más cercana a una cueca.
Esta canción sería una
"zamacueca" (o zamba-cueca), antecesora de la zamba, por lo cual
tiene un solo tema, considerado como A. Las zambas tradicionales tienen dos
temas A y B (B es el estribillo).
Bibliografía
ÁVILA, C.J. 2005. Zamba signada por la tragedia.
http://www.eltribuno.info/revelaciones-torno-la-lopez-pereyra-n624983
BINI, J. 2005. Historia
de La López Pereyra. argenfolk.blogspot.com/2005/10/historia-de-la-lpez-pereyra.html
DUTTO, D. 2015. Un imaginario de la violencia. http://www.eltribuno.info/revelaciones-torno-la-lopez-pereyra-n624983
SAGARNAGA,
D. 2015. Revelaciones en torno de "La López Pereyra". http://www.eltribuno.info/revelaciones-torno-la-lopez-pereyra-n624983. Octubre 11. 22:13
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