martes, 28 de noviembre de 2017

Bialet Massé. Un “gallego” de esos.


Pasé decenas de años por sus pagos adoptivos (la villa serrana que hoy lleva su nombre), y no me detuve a ver ni a sentir lo que este médico, abogado, agrónomo, constructor, docente, político y emprendedor nato nos dio.

Veía su dique (aún en pie a pesar de los esfuerzos en destruirlo), y escuché de algunas de sus historias, pero ahora que tengo mas tiempo la estudio y la repaso con asombro.

Racional, lógico, socialista, autor de documentos valiosísimos que hoy muchos deberían re descubrir sobre el estado laboral de nuestras clases obreras.

Seguramente le habrán dicho “gallego”, como genéricamente llamamos a los españoles, pero era un catalán que jamás pudo volver a sus pagos y dejó el fruto de su esfuerzo en nuestro país.

Sufrió prisión por razones políticas disfrazadas de defraudación, pero la justicia y el tiempo le dieron la razón y la libertad.

Murió de cáncer de garganta, paradójicamente, tal vez, de tanto gritar sus verdades.


Creo que vale la pena volver a “poner en valor” su paso por nuestra historia.

martes, 21 de noviembre de 2017

Papeleta de Conchabo y leva. Herramientas de la guerra


La Papeleta de Conchabo fue un documento de uso obligatorio para todos los “no propietarios” en edad de trabajar en las zonas rurales de la Argentina (léase gauchos), y que duró hasta finales del siglo XIX.
Quien no la tuviese en su poder era “candidato” a la leva. 

Esta acción de reclutar gente para el servicio militar, siempre estuvo asociada a la palabra involuntaria por parte de “levado”, que generalmente era pobre y campesino y se resistía a formar parte de la “carne de cañón”.

Desde la Guerra de la Independencia  los gobiernos se proveyeron de personal para el servicio de las armas a través de la “leva forzosa” de presos, revoltosos, soldados “rebajados” y hombres que no pudiesen demostrar oficio ni ocupación (mendigos, “vagos y malentretenidos”).

Hubo levas en distintas modalidades y con diferentes objetivos durante las excursiones de Belgrano hacia el Paraguay, para el Ejército del Norte, para el Ejército de Los Andes, para la Guerra contra el Paraguay y para la defensa contra los malones. Parece una historia interesante que demuestra que, al menos una parte, de nuestra libertad e independencia fue marcada a sangre y fuego por quienes fueron llevados por la fuerza.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

La López Pereyra. Una de amores, desamores y juicios



¿Quién, que hoy peine canas, no cantó o tarareó alguna vez en un fogón o en una peña la famosa zamba “La López Pereyra”?, considerada himno tradicional de Salta.

¿Quién se preguntó que tiene que ver la letra de la misma con el título, ya que en la misma no aparece, ni siquiera es protagonista, don López Pereyra.

Esta historia es conocida, pero no por ello podamos dejar de recordarla con ribetes amorosos, criminales, policiales y penales, acompañada con una música pegadiza que puso en el pentagrama don Artidorio Cresseri.

Cuando uno se pone a estudiar esta corta historia, de un hecho tan simple, y a su vez tan "arrevesado", no puede menos que elegirla como “típica de nuestro país”. Como en los cuentos infantiles, uno la escribió, otros le pusieron letras, otros se la hicieron propia, y un pícaro se quedó (o al menos lo intentó), con la tajada.

Si hubiese sido un bodrio nadie la cantaría, nadie la reclamaría, no generaría tanta polémica ni levantaría tanta polvareda, en apenas 3 minutos y 37 segundos, que es lo que duran las versiones clásicas.

jueves, 9 de noviembre de 2017

Proteccionismo, librecambio y economías regionales. El comercio exterior en épocas de Rosas


Obviamente, a cada ideología política le corresponde un programa económico. Esto fue antes y es ahora.
Desde sus orígenes la aduana porteña ahogó el crecimiento económico del Litoral, Centro, Cuyo y el Noroeste de lo que hoy es nuestro país.
Durante el largo gobierno de Rosas, pero particularmente en su segunda etapa, se dictó una nueva Ley de Aduana, que, si bien favoreció los intereses de los ganaderos pampeanos (a quienes él representaba), también permitió que las alicaídas “economías regionales” (como les gusta decir al periodismo especializado), mejoraran su presente.
Tiempo después, otro giro político le hizo decir a un legislador de la gran ciudad, "...si no se sacan los aranceles a las telas inglesas, Buenos Aires se vería invadido de ponchos cordobeses” (como si eso fuera una calamidad).
Así somos…

viernes, 3 de noviembre de 2017

Don Bartolo, “el civilizado”


No debe haber un solo argentino, de cualquier paraje, pueblo o ciudad que no haya pasado por una calle, una avenida, una escuela o una plaza con el nombre de Bartolomé Mitre. Y por algo debe ser.
Fue el séptimo Presidente de nuestro país, contando desde Rivadavia, o el primero de la mal llamada “etapa fundacional”.
Actor ineludible de muchas páginas de nuestra historia (para bien o para mal), dueño de uno de los mejores archivos históricos que tenga la Argentina, pero también hombre de actuación oscura y salvaje a pesar de la “civilidad” que representaba.
"Hemos jurado con Sarmiento que ni uno solo ha de quedar vivo", dijo Don Bartolo en 1852, refiriéndose a sus adversarios políticos. Y vaya si lo cumplieron. En los años de su gobierno se produjeron en el interior del país 117 revoluciones que costaron la muerte a cerca de 4.700 ciudadanos en más de 90 combates.