A los que nos gusta el folklore, cuando escuchamos alguna vez en una zamba decir “cumpa del Payo Solá, churo carpero de Salta”, nos imaginamos a Solá como un campechano, tocando su bandoneón “hasta que las velas no ardan”, sin embargo se trataba de un músico académico, formal en su aspecto y su andar, autor de decenas de melodías y letras que podía interpretar en los muchos instrumentos que dominaba.
Fue él a quien se le
atribuye el dicho “el que toca nunca
baila”
El Payo Solá, apodado así
por su albinismo, a pesar de su precoz desaparición (solo tenía 54 años), es
considerado como uno de los autores más importantes de la música nacional, y uno de los precursores del boom del folklore
argentino producido a partir de la década de 1950.
Decenas
de colegas de la talla de Atahualpa Yupanqui (con quien no solo compartía el
amor por lo nuestro sino que también compartían la fecha de nacimiento), fueron
sus compañeros, admiradores y autores de letras en su honor.
Por todo esto merece
conocerse más su vida y su obra. Para disfrutar de la música he incluido
algunos vínculos.
¿Quién
fue El Payo?
Se llamaba Gustavo Adolfo Solá y había nacido en Cafayate (Salta), el 31
de enero de 1908, siendo hijo de un director de escuela y de una
maestra. Desde niño tuvo inclinación por la música ya que poseía un oído
excepcional. Aprendió a tocar la guitarra, el piano, el violín, el contrabajo,
el charango y el bandoneón, aunque también podía interpretar con
instrumentos de percusión.
Estudió armonía, y a diferencia de muchos de sus pares de la época,
escribió todas las partituras de su música.
A sus 24 años contrajo enlace con Blanca E. Saavedra, con quien tuvieron
siete hijos, muchos de los cuales continuaron con su oficio de autores e
intérpretes.
Alto, erguido, casi siempre vestido prolijamente de
blanco, caminaba silencioso observando detrás de sus anteojos oscuros (que
mejoraban su visión debido a su albinismo), mientras fumaba un cigarrillo
colocado en una boquilla. Así era la imagen del Payo Solá, al final de la
década de los años 20.
Era muy parco en el hablar. Cuando pasaba por la
calle siempre iba solo, no se detenía a conversar con nadie, y muy pocos fueron
los que lo vieron sonreír alguna vez. Era un hombre que tomaba la vida en serio
hasta en sus más pequeños detalles.
Era la encarnación de la música, en esos tiempos en
que las manifestaciones de este tipo, eran un privilegio de quienes sabían
tocar algún instrumento, puesto que no existían radios ni tocadiscos, y los
fonógrafos eran el comienzo de una época que recién balbuceaba las primeras
melodías, desde el surco chillón de los primeros discos de “pasta”.
Representaba para muchos la presencia de la música
popular, y su nombre se lo ligaba al folklore local, que contaba con muy
escasas composiciones, conociéndose en la época más piezas musicales de origen
boliviano y chileno.
Fue un guía de los compositores que le siguieron
creando un torrente de zambas, chacareras y canciones vernáculas, que llenaron
definitivamente al panorama argentino con la música y el verso de nuestro
Norte.
El Payo fue un referente importante en las décadas '40 y '50. Su nombre se lo ligaba con folklorista como
“Poncho” Marrupe, Eduardo Falú, Cesar Perdiguero, Miguel Angel
"Miquicho" Ulivarri, Pajarito Velarde, Marcos Tames, Polo Gímenez,
Atuto Mercau Soria, Carlos Vega Pereda, Fernando Portal, y Dino Saluzzi,
y otros.
Su derrotero
artístico
El Payo fue parte de innumerables formaciones musicales. La Orquesta
Re-Fa-Si, era un grupo conocido que actuaba en la temporada en el casino de
Termas de Reyes (Jujuy).
Tiempo después conformó
el Dúo Miranda-Bonier como guitarrista, conocido en la época en las grandes veladas de Salta y
Tucumán. Formó la Agrupación Veinte
Guitarras principal atracción en
sus actuaciones en el monumento alrededor de los fogones, en el homenaje a
Martín Miguel de Güemes. También creó el conjunto
folklórico "Los Trovadores de
Lerma".
En 1952 ganó el primer premio
en un concurso provincial de zambas, interpretando "Zamba del
Ausente" de César Perdiguero y Manuel J. Castilla. Fueron jurados en la
ocasión entre otros, Eduardo Falú y el “Cuchi” Leguizamón.
En esta oportunidad la historia del folklore se va trenzando. La zamba
"La Naranjera" (de Félix Pelayo Patterson y Ernesto Cabeza), salió en
segundo lugar. A Cabeza (que
formó parte de Los Chalchaleros desde 1953), no le gustaba ni el nombre de la zamba ni la letra (que era de su
cuñado), y le pidió a Jaime Dávalos que le diera un poema para esa música.
El “Oso” Dávalos escarbó entre sus papeles y encontró una historia
propia, escrita para quien fuera para él una mujer inolvidable. Por sus versos
fue rebautizada como "La Nochera", zamba que gozamos cientos de
veces en fogones y festivales.
Junto
con Cabeza formó el Dúo Romance de
guitarras, de frecuente actuación en
LV9 Radio Salta, presentándose con glosas de Patterson.
Se puede considerar que "El Payo" fue uno de
los músicos pioneros en difundir el tango en el
noroeste. Por aquellos años Buenos Aires era la gran vidriera de ese género
musical y la enorme producción de valses, milongas y tangos (entre ellos
"La Cumparsita"), fueron parte del repertorio con lo que El Payo
amenizaba las reuniones bailables en lugares nocturnos que comenzaban a pulular
en la periferia de la ciudad de Salta.
En 1954 llega a Salta el sello Odeón, buscando un bandoneón “carpero” y contrata al "Payo" llevándolo a Buenos Aires donde se radica definitivamente. Forma un Trío y graba las zambas de su autoría: "La Marrupeña" (dedicada a su amigo “Poncho” Marrupe), y la "Solís Pizarro" (dedicada al poeta José Solís Pizarro), "Zamba del Ausente", "Cerros" y otras.
La zamba “carpera” es una variante más “picada”
de la zamba tradicional, originada en los veranos salteños. Cuando hace
mucho calor, las poblaciones y familias que viven en el Valle del Lerma suben a
los montes de Campo Quijano o La Silleta (1.500 m s.n.m.), donde las
temperaturas son un poco más aceptables.
Como
no pueden llevar sus viviendas, llevan carpas, y en las reuniones se toca este
tipo de zamba, donde el bandoneón es el principal instrumento.
Comienzan a actuar con él también sus hijos María Cristina en el bombo y
Juan José (conocido como El Payito Solá), en guitarra. Luego grabó para la
discográfíca Philips temas como "Cuequita de los Coyas",
"Regresando", "Pajarillo Cruceño" y "El
Charanguero", interpretados por el dúo formado por sus hijas María
Cristina y María Teresa (“Terucha”).
Integra el Cuarteto de Mario Acerboni, tocando el violín recorriendo la provincia de Buenos Aires actuando en los bailes de los clubes.
En la segunda mitad de la década de 1950 formó el conjunto Los Musiqueros del Tiempo de Ñaupa,
con Polo Giménez (piano), Atuto Mercau Soria (guitarra) y él en
bandoneón, con las voces de Pepe Consoli y Abel Figueroa, este
último también en guitarra. ¿Quieren escuchar?:
https://www.youtube.com/watch?v=tLx6y78qD8U
https://www.youtube.com/watch?v=zkuvbxNcCHs
Homenajes
En 1961 su hijo Juan José
compuso una canción dedicada a su padre que quiso inicialmente titular
"Zamba Para Mi Tata", pero como ese título ya existía la tituló
finalmente "Carpas Salteñas", conocida más ampliamente como
"Carpas de Salta".
El Payo la escuchó y la interpretó, pero nunca pudo grabarla.
La canción, que se volvió un clásico de esa provincia, evoca el ambiente
de las carpas de música y baile características de Salta, que animaba su padre.
Carpas de Salta
Las vuelvo a recordar
Bandoneón y guitarra
Zambas para bailar
Chicha y aloja
Vinito pa' tomar
Ramas de albaca verde
Olor a carnaval
Carpas de La Silleta
Campo Quijano
y La Merced
Toda Salta de fiesta
Quien pudiera volver?
Agua florida,
harina pa' jugar
canastilla de flores,
todo pa'l carnaval
Ellas alegres
airosas al bailar
Ellos se hacen hilachas
de tanto zapatear
https://www.youtube.com/watch?v=ZkYFmnW19zA
https://www.youtube.com/watch?v=7U7Rzlr_BNg
El Payo Solá falleció en Banfield
(Buenos Aires), el 19 de marzo de 1962,
cuando solo contaba con 54 años de edad. Dejó transcurrir su
vida entre melodías, y se marchó de la escena en silencio, sin embargo su
recuerdo es algo permanente, puesto que su nombre y su figura, surgen por
doquier, no solo por sus más de 30 composiciones sino por el recuerdo de todo
el ambiente folklórico.
Parte de su
obra la podemos escuchar en:
https://www.youtube.com/watch?v=_u6IxvesKwM
https://www.youtube.com/watch?v=AmBFXUnDuow
“Hasta cada zamba,
Payo”, es el título de la nota con que se lo despide en la Revista
Folklore Nº 18 de Mayo de 1962.
En 1965, Oscar Valles (de Los Cantores de Quilla Huasi), compuso la
zamba "Del mismo palo":
Mi tata fue guitarrero,
cantor de madrugadas,
cumpa del “Payo” Solá,
churo carpero de Salta.
Su trajinar en el patio
mi mama repechaba,
mientras cantaban los dos
las zambas que me enseñaban
Rancho quemao por el sol,
quincho'i paja, piedra y barro,
donde un cantar me acunó
hecho de aloja y lapacho,
yo también me hice cantor
astilla del mismo palo.
Por trasnochar, meta coquear
desde las cacharpayas,
la sangre del Carnaval
se me ganó dentro’el alma.
No olvidaré, cuando se fue
apurando la tarde,
y el último amanecer
del “Pajarito” Velarde.
https://www.youtube.com/watch?v=j_JNWosWS3Q
https://www.youtube.com/watch?v=Kkxtob0Ln_E
También le rinde homenaje su amigo Atahualpa
Yupanqui y Paula Nenette Pepín (esposa de Atahualpa
bajo el seudónimo de Pablo del Cerro), en "La Payo
Solá", zamba editada el 15 de julio de 1970.
El Norte ya tiene otro
nombre
Que en los arenales
leyenda se hará
Cuando en las noches del
valle
Florezca el recuerdo del
Payo Solá
Allá en los rastrojos de
Atocha
San Pedro, Ledesma y El
Arrayanal
Los bombos y las
guitarras
Perdieron el rastro del
Payo Solá
Pa'l verano lo han de
hallar
Justito pa'l Carnaval
Rodia'o de viejas
carperas
Llorando en el fuelle
del Payo Solá
Un marzo de vientos y
sombra
Se llevó las manos del
Payo Solá
Lo lloran los gauchos
pobres
Los runas curtidos de la
soledad
Los viejos caminos de
Salta
Los de Corralito, Cachí,
Seclantás
Cuallá se van cuesta
arriba
Rastreando los sueños
del Payo Solá
Pa'l verano lo han de
hallar
Justito pa'l Carnaval
Rodia'o de viejas
carperas
Llorando en el fuelle
del Payo Solá
https://www.youtube.com/watch?v=Zmof3zOkaQQ
Y como un remate en su honor, Horacio Aguirre y
Hugo Alarcón componen "El que toca nunca baila".
Bajo
el cielo en las carpas
Mi fuelle quiere bailar
Se le estiran las arrugas
No lo puedo sujetar
Don
Cayetano Salusi
Cuando se pone a bailar
En medio del aguacero
Levanta un polvaderal
Y
esta zamba del fuellista
No me la quieran bailar
Y el que toca nunca baila
Me dijo el Payo Solá
Ese
fuelle de Anachuri
Se marchó pal' carnaval
Si le piden otra cueca
Ya no quiere botonear
El
opa Batata sueña
Que esta zamba bailará
Cuando despierte su sueño
Verá que es bombo nomás
Y
esta zamba del fuellista
No me la quieran bailar
Y el que toca nunca baila
Me dijo el Payo Solá
https://www.youtube.com/watch?v=WdlmDhWfDm8
https://www.youtube.com/watch?v=loygNcD--xg
En 1997, sus hija “Terucha” y
su hijo el Payito, compusieron la zamba "Cafayate hecha nostalgia" en
la que recuerdan a su padre en la tierra en que naciera. Ese año, la canción
ganó el concurso de zambas realizado en Salta en la Carpa de Abán y en una de
sus estrofas dice:
Y al
salir de Cafayate
se me afloja el corazón
viendo el Payo en la alameda
que me va diciendo adiós.
El escenario del mas importante festival del Norte Argentino (La Serenata
a Cafayate),que se realiza anualmente en el mes de febrero, lleva en nombre
"Payo Solá" bautizado así por su entrañable amigo, el poeta César
Fermín Perdiguero.
El “churo” (lindo) “carpero” de Salta, no podrá ser olvidado
Bibliografía
EDI.SALTA (2022). SOLÁ, J.J. Gustavo Adolfo Solá
"El Payo". http://www.edisalta.ar/Cdsalta/payosola.htm
MONTEMAYOR, S. Famosos con
Albinismo - Gustavo Adolfo, "El Payo", Solá. http://www.albinismo.org/NOLA/blog/famosos-con-albinismo-gustavo-adolfo-el-payo-sol%C3%A1
REDACCION
351 Historia de “Carpas de Salta”.
https://redaccion351.com/lecturas/historia-de-carpas-de-salta/
REVISTA FOLKLORE. Gustavo Adolfo Payo Solá. http://revistafolklore.com.ar/gustavo-adolfo-payo-sola/
WIKIPEDIA. Payo Solá.
https://es.wikipedia.org/wiki/Payo_Sol%C3%A1