Los argentinos tenemos la costumbre de
festejar el lado negativo de los sucesos y a veces tergiversamos los hechos.
El día de la muerte de Belgrano, el 20
de junio, lo transformamos en el Día de la Bandera, el 17 de agosto “festejamos”
la muerte de San Martín y el 11 de
setiembre, día que murió Sarmiento, homenajeamos a los maestros.
El 2 de abril “festejamos” el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas (… que
perdimos),
y para no ser menos “festejamos” el 20 de noviembre como Día de la Soberanía
Nacional, cuando las tropas anglo francesas vencen a la asimétrica y patriótica
defensa de las tropas de la Confederación Argentina, pero.... así somos.
Claro está que debemos homenajear a
quienes nos legaron esta Patria que tenemos desde nuestros albores como país
hasta la gesta de Malvinas, pero no parece necesario hacerlo desde lo negativo.
La Vuelta de Obligado fue un ejemplo
de fuerza y coraje, luchando con los invasores poderosos con cadenas que
cruzaban el río Paraná contra embarcaciones armadas y hasta blindadas.
Esta es una visión de aquellos hechos.