viernes, 26 de enero de 2018

No cantemos por cantar 2



Como dijo una amiga y vieja compañera de peñas, no podemos cantar sin saber lo que decimos, ni conocer a quien nombramos.
Cada palabra que un poeta pone en boca de un cantor necesita ser aprendida y aprehendida, y así poner sentimiento en la interpretación.
Escribí hace un tiempo algunas reflexiones al rememorar Cielos de los Tupamaros (aquel cielito de la época colonial), y ahora lo hago con Zamba de los mineros, una pieza bellísima que muchos cantan y que tiene decenas de referencias que la gran mayoría desconocemos
Localidades, costumbres y vocablos fueron puestos en la poesía de Jaime Dávalos y que le diera música el Cuchi Leguizamón, pero no son palabras. Detrás de cada una hay historias de gente.

jueves, 18 de enero de 2018

La 7 de abril. Una historia controversial



Muchas veces escuché la zamba Siete de Abril sin reparar que en las varias letras que tiene, nunca se hace mención a la fecha. Me puse a averiguar el por qué.

Cuando no. Parece que los argentinos tenemos en el ADN la costumbre de armar una controversia casi por cualquier cosa, y esta vez lo vamos a ver en el simple desarrollo de una zamba.
Esta no es cualquier zamba, es la que le dio lugar a la fecha del Día de la Zamba.

Nadie sabe por qué se llama así, aunque hay teorías.
Hay un pueblo tucumano con su nombre, aunque nadie cree que se refiera al nombre de la zamba, y para mas, se pelean santiagueños y tucumanos por su autoría.

Así como la letra de La López Pereyra no tiene nada que ver con esos apellidos, la 7 de abril tampoco la tiene con la fecha.

viernes, 12 de enero de 2018

Chancay, una cuestión de honor



Cuantas veces habremos visto la figura del Granadero Pringles arrojarse al mar con su caballo, y suponer que allí murió.

Esto es consecuencia de esa visión “epica” (poesía heroica), de la historia que nos quisieron mostrar.

Juan Pascual Pringles era un puntano que tenía como principio “hemos venido a vencer, no a rendirnos”, y este lo llevó a ganar la confianza de San Martín en su campaña al Perú, y el respeto de Facundo Quiroga hasta la hora de su muerte, aunque fuesen enemigos.

Chancay fue el escenario que mostró de que se trata de honor.

jueves, 4 de enero de 2018

El día que los Pampas “le mojaron la oreja” al Toro Villegas



Conrado Villegas era un pituco militar con fama de bravío a la hora de la lucha y jefe del famoso Regimiento 3 “de Fierro”.

Obsesionado con la lucha contra los malones sostenía que solo con buena caballada se los podía combatir, y así empezó su tarea que terminó en mito: Los Blancos de Villegas.

Tan famosos eran esos caballos que los Pampas armaron un plan para robarse los 600 animales que significaban tanto para el Ejército y para Villegas en particular. Si lo lograban sería un duro golpe al orgullo de éste. Una “mojada de orejas” imperdonable.

La cosa no fue sencilla. Se robaron los Blancos de Villegas y huyeron con estos, pero en un descuido, y mientras festejaban la hazaña, luego de varias situaciones enojosas, un grupo de soldados de frontera los recuperaron.

Momentáneamente se “salvó el honor”, pero aún hoy en las pampas se habla de la burla que significaba birlarles los famosos caballos en las propias narices del “Toro” Villegas (como le decían los aborígenes).