martes, 30 de noviembre de 2021

María “La Grande”. Cacica tehuelche y hábil diplomática

 


Mariquita la llamaban sus padres cuando pequeña, pero ese diminutivo cambiaría radicalmente cuando se transformara en una cacica casi incomparable de su pueblo tehuelche, con habilidades impropias de su tribu y de su tiempo.

Tal vez sea quien tuvo el dominio del territorio aborigen más extenso de nuestra actual Argentina entre 1920 y 1940, que de norte a sur abarcaba desde el sur del Rio Negro y terminaba en el Estrecho de Magallanes.

Poco se sabe de su niñez y juventud, pero los relatos históricos de Darwin, Fitz Roy, Piedra Buena, entre muchos otros, dan cuenta de quien fue María en su adultez.

Fue ella quien, en combinación con Vernet (Gobernador de las Malvinas), planearon el desarrollo de negocios y relaciones culturales para que fueran “fijando soberanía” sobre las islas.

No pudo ser. La invasión del poderío inglés de 1833 frustró el proyecto.

Esta es una linda historia que habla de las buenas relaciones entre los dueños de las tierras y sus “nuevos vecinos”.

¿Quién fue María?

Con ese nombre español fue bautizada por sus padres (el cacique Vicente y su esposa Cogocha), una familia tehuelche meridional (posiblemente aónikenk), cuando nació en algún lugar de nuestra Patagonia, tal vez en 1780. Tuvo dos hermanos menores (Bysante y Huisel), famosos por su corpulencia y vigor.

El nombre cristiano (María de la Asunción), de la cacica (término aceptado por la RAE), fue fruto de su bautismo en el Fuerte Nuestra Señora del Carmen (Carmen de Patagones, en la provincia de Buenos Aires).

La inquieta Mariquita, como la llamaban, fue criada en las costumbres rurales aborígenes del momento, mientras que aprendía a hablar español con la enseñanza de su madre, quien era lenguaraz de la tribu, y que lo había aprendido en su contacto con los sacerdotes evangelizadores y como resultado de la interacción con las colonias españolas establecidas en el litoral atlántico a fines del siglo XVIII.

Fue el Teniente Juan José Elizalde al desembarcar en las costas de Santa Cruz quien da referencia por primera vez de una niña de 12 años, que por su desenvolvimiento llamaba la atención, y que varios años después se transformaría en una cacica de notable oratoria y capacidad para manejar pacíficamente a los guerreros de su tribu.

Se casó con Manuel, un tehuelche que hacía gala de la denominación de “patagones” en referencia a los hombres fornidos y de pies grandes a que hicieron referencia los antiguos marinos españoles, con quien tuvo cinco hijos.

A pesar de las costumbres nómades de los tehuelches, que armaban sus carpas de cueros y pieles donde más les convenía, Manuel y María vivían con cierta permanencia en Bahía San Gregorio en el Estrecho de Magallanes.

A los 40 años de edad, tomó el cacicazgo heredando a su padre, Vicente, quien desde hacía muchos años negociaba con extranjeros en varios puntos de la Patagonia.

Las habilidades de María para ordenar, montar a caballo, lograr el respeto de su tribu,  negociar carne, pieles, mantas de guanaco y plumas de ñandú por espadas, cuchillos, tabaco, yerba mate, frenos, monturas, fusiles, plomo para balas, paños, cuentas, harina, azúcar y alcohol, entre otros codiciados bienes del blanco, le hicieron fama entre los cazadores de lobos marinos y balleneros argentinos y extranjeros.

Era hábil jinete a diferencia de las otras mujeres de la tribu y no se pintaba su cara como ellas. Se la veía siempre con un par de aros de medalla con la imagen de la Virgen María, y prendedores de bronce (regalo de un lobero norteamericano), que fijaban sus mantos sobre el pecho.

Fitz Roy, quien regresó a la toldería para aprovisionarse de alimentos en una segunda expedición, tuvo oportunidad de presenciar la ceremonia religiosa oficiada por la cacica y la devoción que le profesaban sus seguidores.

Usando una pequeña figura de madera, que María llamaba “su Cristo”, con quien decía hablar, realizaba, en un interesante sincretismo religioso, una ceremonia donde se mezclaban ritos indígenas y cristianos. Esto le habría valido el sobrenombre de “Santa María” que le puso Charles Darwin.

En un momento del ritual, la cacica ordenaba a su marido Manuel perforar los brazos y orejas de los hombres con una lezna, provocando el sangrado, lo cual era considerado por sus seguidores como un verdadero honor.

María tenía muchos refugiados en sus tolderías, desertores de buques loberos o prófugos de la justicia, algunos fueron sus protegidos y otros sus enemigos.

Fue amiga y colaboradora de Luis Piedra Buena, el Perito MorenoCarlos Moyano y Ramón Lista

Muchos misioneros y aventureros pasaron por los toldos de María, pero el destino le tenía reservado un rol más importante que el de cacica.

Su encuentro con Vernet

Luis Vernet, un natural del puerto de Hamburgo, fue un hábil comerciante  radicado en Argentina en 1819, dedicándose con el tiempo al negocio del ganado en el sur de la provincia de Buenos Aires.

El Gobierno de Buenos Aires le otorgó en 1823 la concesión para el aprovechamiento del ganado vacuno y el de los lobos marinos de la Isla Soledad. Las Malvinas habían sido tomadas formalmente bajo posesión argentina el 6 de noviembre de 1820.

Vernet se trasladó hacia la isla donde comenzó con el desarrollo del lugar, llevó caballos y lanares, rehabilitó varios edificios que se encontraban abandonados y semi destruidos.

No sólo realizó una tarea colonizadora del lugar sino que también emprendió investigaciones científicas para el mejor conocimiento de las islas. Los estudios incluían, un estudio de los lugares para futuras colonizaciones y posibles producciones en ese lugar. En esto colaboró activamente su joven esposa.

La tarea de Vernet activaba zonas comerciales nunca utilizadas hasta el momento pero además confirmaba así la soberanía argentina en el lugar. Pese a que, la primera expedición de 1824 fracasó, hacia 1826 el segundo intento de establecimiento prosperó rápidamente. Para las tareas, Vernet llevó a las islas muchos gauchos de las pampas rioplatenses.

Vernet hablaba de unos 300 habitantes en la isla, de los cuales la mitad eran fijos. Los 150 pobladores aproximados eran, en su mayoría, originarios de las provincias de Santiago del EsteroEntre RíosCórdoba, Buenos Aires y Santa Fe. También había paisanos uruguayos, del Litoral argentino y Tehuelches de Patagonia, que eran mayoría y con quienes Vernet mantuvo relaciones comerciales por el saladero de la península Valdés.

En cuanto a los europeos, había campesinos alemanes, escoceses, franceses, portugueses, españoles, pescadores y marinos genoveses, ingleses, irlandeses, holandeses, entre otros. También hubo colonos británicos. Incluso llegaron a la isla esclavos adolescentes africanos tras la Guerra del Brasil. Algunos de ellos para ganar su libertad debían pasar en las islas diez años.

Por orden de Vernet, al llegar, todos los colonos recibían tierras, semillas y herramientas. Además, se creó un clima de camaradería y solidaridad entre ellos. Los integrantes de la colonia se dedicaban a la caza, la domesticación del ganado, construcción de corrales, ranchos, casas de piedra y salazón de carnes.

Algunos realizaban actividades vinculadas al comercio o algún oficio y otros eran marineros de las naves de paso que preferían quedarse a vivir allí, por ser desertores o sobrevivientes de naufragios.

El negocio e Vernet era capturar el ganado salvaje para su sacrificio, y vender los productos resultantes. También estaba entusiasmado con las perspectivas de la caza de anfibios, salazón de cueros vacunos y equinos y el tráfico naviero.

Simultáneamente al negocio en las Malvinas, Vernet con otros socios comenzaron a explotar el ganado vacuno y las salinas de la península Valdés en la actual provincia del Chubut.

Debido a su experiencia en la península, Vernet tuvo contacto amistoso y comercial con los tehuelches.

Corriendo el año 1823 pactó una reunión con estos, pero hasta que no llegara el cacique la misma no podía comenzar.

El gran jefe tehuelche arribó y Vernet quedó asombrado que una mujer cuarentona y de muy buen porte, acompañada por más de mil jinetes de la tribu, lo invitaba a negociar y conocer los derechos que su pueblo tenía sobre ese territorio y su posición respecto al ganado cimarrón que lo consideraba propio.

Vernet fue años más tarde el primer comandante político y militar argentino de las Islas Malvinas (y adyacentes al cabo de Hornos en el océano Atlántico), y entre sus principales objetivos estaba la promoción y estímulo para que algunos indígenas se instalasen en la colonia.

Más tarde, en 1831, siendo ya Gobernador de Malvinas, Vernet (llamado por algunos historiadores “el caballero” de las islas), invitó a María a visitar Puerto Luis (al noreste de la isla Soledad), reconociendo su poder. Le ofreció transportarla junto con su gente.

El propósito de la visita era proponerle a María “asociarse” y crear una factoría en la Bahía San Gregorio, la que gozaba de protección por parte de la cacica.

La leyenda dice que el viaje en barco fue difícil y que María sintió la fuerza del mar en su cuerpo. La goleta al mando del segundo de Vernet en las islas, Matthew Brisbane, había partido tiempo antes del continente con proa al mar abierto. En las costas de la Isla Soledad, los colonos se reunieron a la espera de los invitados.

Estaban nerviosos, sabían que los tehuelches tenían costumbres diferentes: que no dormían en camas, vestían con cueros de guanaco o zorrino y que jamás comerían pescado, ya que según sus creencias su dios Elal había condenado a los primeros tehuelches a convertirse en peces por haber violado un tabú sexual. 

María aceptó la invitación y el 15 de enero se embarcó hacia las islas acompañada de una mujer de su confianza, su hechicero y algunos miembros de su tribu. Su escasa “adaptación” al mar abierto hizo que el viaje sea incómodo por los mareos, pero a ella le importaban más las relaciones humanas que una simple descompostura.

La visita fue de lo más cordial. María Sáez de Vernet, la esposa del Gobernador, atendió a María como una visita diplomática intercambiándose regalos. Vernet le obsequió un vestido azul, y frenos, espuelas y estribos hechos especialmente para ella por el herrero de la isla Soledad. La cacica le obsequió un quillango de guanaco como ofrenda a la mujer de su anfitrión y algunas tallas de madera representando aves marinas y ballenas.

La primera noche María Vernet tocó el piano para la invitada. Luego la voz de la cacica se hizo escuchar en un canto conmovedor.

María La Grande compartió los modales de la época en la casa del gobernador. Allí vio la bandera de Belgrano y el escudo. Allí se “sintió argentina”.

Luego de conocerla mejor, Vernet la bautiza como María La Grande, por similitud con la conocida Catalina La Grande de Rusia.

En sus quince días de estadía recorrió la isla y conoció los almacenes, el saladero y la herrería. Todo parecía encaminarse para que los blancos se afincaran en las tierras tehuelches y viceversa.

La iniciativa de la colonia quedó en nada debido a los sucesos que ocurrieron en las islas poco después. En 1833 las islas Malvinas fueron ocupadas por los ingleses.

Final y honores

Mientras María vivió, no hubo guerras tribales en la región y ninguna tribu tomaba decisiones de importancia sin previamente consultarla. Cuando murió, tal vez en 1840, María rondaba los 60 años, y ya la llamaban “la vieja María”.

Otros relatos, no muy precisos, sostienen que falleció alrededor de 1848. Tanto el año de nacimiento como el de la muerte tienen diversas versiones, ya que no hay documentos que los certifiquen formalmente.

Cuando se corrió la voz de su muerte en en toda la Patagonia se encendieron hogueras de homenaje durante tres días desde el estrecho de Magallanes hasta el Río Negro, siguiendo los pasos por donde María pasaba. En su lugar de residencia sus mantas, su quillango de piel de zorrino, sus arreos y todas sus pertenencias fueron quemados.

Su figura quedó en la historia como la mujer que llevó la sangre tehuelche a las islas Malvinas.

Se cuenta que María La Grande tuvo una nieta también llamada María, que tuvo mucha influencia sobre su gente. Esta a su vez tuvo una hija, también llamada María, que dicen que era hermosa, además de blanca y rubia.

Carlos María Moyano, un mendocino subalterno de Luis Piedrabuena, y explorador de la Patagonia junto con el perito Francisco Moreno, habría tenido dos hijos con esta bisnieta de María La Grande, de quienes se hizo cargo enviándolos a Mendoza.

Esto sucedió antes de ser nombrado primer Gobernador de Santa Cruz y de su matrimonio con Ethel Turner la sobrina del gobernador inglés de las islas Malvinas, a quien conoció en un viaje a las islas para comprar carbón.

Las exequias que se le tributaron a María, presenciadas por Casimiro Biguá (quien sería su inmediato sucesor en el cacicazgo), son muestra fiel del poder que esta cacica llegó a alcanzar.

Luego de leer esta historia simple, a muchos de nosotros se nos ocurre que la habilidad de la gente de aquel momento tenía un plan táctico para recuperar y mantener Malvinas bajo nuestra soberanía, mientras que los sucesores fueron más torpes y menos audaces.

 

Bibliografía


BUSCAGLIA, S. (2019). El origen de la cacica María y su familia. Una aproximación genealógica (Patagonia, siglos XVIII-XIX)», Corpus [En línea], Vol. 9, No 1 | 2019, Publicado el 31 julio 2019, consultado el 23 abril 2021. URL: http://journals.openedition.org/corpusarchivos/2915; DOI: https://doi.org/10.4000/corpusarchivos.2915

 

INFOJUS NOTICIAS. María La Grande: La cacica tehuelche que comerció con Malvinas. http://www.archivoinfojus.gob.ar/nacionales/maria-la-grande-la-cacica-tehuelche-que-comercio-con-malvinas-

 

NOVACK, M. (2017). María la "grande".  Nuevo Diahttps://www.eldiarionuevodia.com.ar/

PLAGER, S. y FRAGA VIDAL, E. (2005). Vernet, caballero de las islas. Ed. Sudamericana, Buenos Aires. 224 p.

 

PUEBLOS ORIGINARIOS. BIOGRAFIAS. https://pueblosoriginarios.com/biografias/ maria.html

 

VAZQUEZ, P.A. (2021), María Grande: la cacique tehuelche relacionada con Vernet, las islas Malvinas y Rosas. LA PRENSA. http://www.laprensa.com.ar/501151-Maria-Grande-la-cacique-tehuelche-relacionada-con-Vernet-las-islas-Malvinas-y-Rosas.note.aspx

 

WIKIPEDIA. (2020) María La Grande. https://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3% ADa_la_Grande