No fue la Batalla de Ayacucho la última de la causa independentista de América del Sur, aunque muchos historiadores así lo proclamen, poniendo de manifiesto fuertes diferencias conceptuales sobre la América Grande.
Fue en Tumusla, un
pequeño poblado donde se llevó a cabo un combate muy singular que le da la
independencia definitiva al Alto Perú (hoy Bolivia), en 1825.
No faltaron
traiciones ni cambios de bandos, pero el General realista Pedro Antonio de
Olañeta (viejo conocido por sus incursiones a Jujuy y Salta, y autor
intelectual del asesinato de Martín Miguel de Güemes), paga con su vida la
soberbia de enfrentarse a una fuerza menor.
Distintas visiones de
historiadores bolivianos, peruanos y argentinos le ponen su cuota personal a
esta acción, que recién en el año 2014 fue declarado
Patrimonio Cultural e Histórico del Estado Plurinacional de Bolivia.
Fue realmente
reconocida su importancia como el final de las luchas contra la corona
española. Veamos de que se
trata.