sábado, 30 de julio de 2016

Hernandarias. Un criollo para imitar


Varias veces pasé por el túnel sub fluvial Santa Fe-Paraná cuando el mismo llevaba el nombre de Hernandarias, que se comenzó a construir en 1962 durante la presidencia de Arturo Frondizi.

Luego los “buenos políticos” (hace relativamente poco), decidieron cambiar la designación del túnel por el de “Raúl Uranga – Carlos Sylvestre Begnis” (los gobernadores de ambas provincias que firmaron el convenio de construcción).
De esa manera se olvidaron de quien fue el primer criollo Gobernador del Río de la Plata y del Paraguay durante 4 períodos alternos, elegido por superiores y subalternos.

Y con el cambio de nombre también se fue el recuerdo de un tipo honesto, transparente, progresista, protector de los aborígenes, promotor de legislaciones laborales, escuelas y fábricas, luchador contra el contrabando de bienes y personas, y el monopolio.

…Tal vez por eso le cambiaron el nombre a túnel, no sea que, si lo mantenían, alguno se contagie.

martes, 26 de julio de 2016

Fueron 336 “Los Infernales” de Güemes


Recordar por un momento a Los Infernales de Güemes es una modesta manera de rendir homenaje a quienes dejaban de labrar sus campos para acompañar a su caudillo de solo 29 años, y volver a sus actividades.

Denostados por el centralismo porteño de siempre, Los Infernales eran considerados como “gauchos brutos” y no como una fuerza regular del Ejército.

Esos gauchos, que tenían la admiración de San Martín, fueron los que defendieron la frontera norte del actual territorio argentino y sur del Alto Perú (hoy Bolivia), de la invasión realista (como ya lo habían hecho, por otros motivos muchos años antes, los omaguacas de la Quebrada).

miércoles, 20 de julio de 2016

Los hermanos Pincheira. Chilenos realistas, sin honor ni disciplina.


Un día descubrí que a mis nietos les gusta, desde muy pequeños, la historia argentina.

Inspirado por ellos, que quieren que les cuente historias, se me ocurrió escribírselas para que sus padres se las lean a los mas pequeños y las puedan leer ellos dentro de poco tiempo.

Con esta historia de los hermanos Pincheira (que les gustó cuando se las conté), empiezo a dejar escrito, y con un vocabulario que espero sea el adecuado, y un nivel de detalles menor, estas cosas que nos pasaron a los argentinos.