Se llamaba Carmen
Funes, pero le decían la “Pasto Verde”, nombre simbólico de un paisaje deseado
en la fría e inhóspita Patagonia. Carmincha la llamaba su esposo.
Quizás le debamos mas
que los agradecimientos por sus esfuerzos de ayudarnos a dejar un pedazo de
Patria. Mucho se dijo de
ella, antes y ahora, negra y blanca,
historia y mito, heroína y “mujer ligera”. Fue cantinera,
posadera, soldadesa, fortinera y llegó a tener cargo de Sargento.
Muchos la
abandonaron, pero mucho tiempo después algún músico y poeta le dedicó un
homenaje que muchos cantores populares lo pasearon por todo el país.
YPF (Yacimientos
Petrolíferos Fiscales) le reconoce muy tarde en haber sido la guía para
descubrir el segundo pozo de petróleo del país, en Neuquén.
No fue la única,
también lucharon al lado de sus parejas “La siete ojos”, “La mamboretá”, “La pocas pilchas”, entre otras muchas.