Dos archiconocidos
(Rosas y Roca), se encargaron de “conquistar el desierto”, es decir echar a los
nativos de las tierras que ocupaban.
Ya empezamos mal. Ni
conquista, ni desierto: NEGOCIOS, disfrazados de historias épicas, aunque con
diferencias marcadas.
Hicieron cosas
parecidas… pero diferentes, y pocos se acuerdan de los que “les allanaron el
camino” como el Gobernador de Buenos Aires (Martín Rodríguez), ni los de Santa
Fe que combatían a los originarios del litoral.
Ni la lucha contra
los pueblos nativos empezó con Rosas, ni terminó con Roca.
Los dos lo hicieron
en nombre de la soberanía. Uno para “evitar
acciones del gobierno chileno sobre la Patagonia”, otro para “ampliar la frontera agropecuaria”, pero
ambos para repartir tierras.
Armar un paralelo entre
estas dos acciones no es tarea fácil, ya que las bibliotecas están muy
repartidas y parciales.