domingo, 28 de octubre de 2018

Giuseppe Garibaldi. De apelativo Cleómbroto



Los que nos criamos en algún hogar con reminiscencias italianas (de hecho mi viejo era italiano), más de una vez cantamos cosas que de niños no comprendíamos, tal es el caso de: "E non é vero che é morto Garibaldi, pum, Garibaldi, pum, Garibaldi, pum”.

Admirados por muchos y denostado por tantos otros, esta especie de raro superhéroe que aparecía en muchos continentes “casi simultáneamente”, tiene su historia en la Argentina.

Quizás debamos conocerla para no interpretar que este corsario (…y a veces pirata), líder de varias revoluciones en Italia en defensa de la libertad y la independencia, también se paseó por estos rincones.

Peleó contra Brown y Urquiza y fue manifiestamente anti rosista. Sarmiento dijo de él: “Garibaldi es una gloria argentina”

¿Quién fue ese polémico Garibaldi que tiene en América del Sur tantos recuerdos y monumentos?

Sarmiento y San Martín. Un encuentro esperado


Sarmiento a los 35 años

Entre la admiración y el recelo, Sarmiento decide visitar y entrevistar a un San Martín exiliado y añoso, pero no por ello ignorante de lo que pasaba en su patria.

Un joven soberbio se entrevistó con un viejo pensador y estratega, a quien le tenía gran respeto aunque sus ideologías no coincidían. Ambos lo sabían.

Gregorio de Las Heras lo tenía al tanto a Gran Capitán de quien era este sanjuanino, por lo que nada lo iba a sorprender.

No es mucho lo que se sabe de la conversación en aquella entrevista entre un joven de 35 años y el viejo Libertador de 68, pero la documentación y sus pensamientos me permiten imaginar diálogos por momento intensos, pero respetuosos.

Depende quien escriba este pedazo de historia, la versión tendrá diferentes ribetes, sin embargo no parece ser que Sarmiento fue a Francia a “pedir” que San Martín le “diera su bendición”, como afirman algunos autores.

Al decir en ambos, y aunque no coincidieran ideológicamente en casi nada, el respeto mutuo pudo más.