La historiografía suele ser fraccionada en etapas a los fines de facilitar la comprensión y, de alguna manera, simplificar su estudio.
Hubo batallas, muertes,
firma de tratados, y motines que sirven de hito para separar una etapa de otra.
Así como en Mendoza, el
triunfo federal en la Batalla de Rodeo del Medio en 1841 fue el hito que sirvió
para dividir la historia desde ese momento, y sostener diez años el gobierno
federal de Juan Manuel de Rosas, la Revolución de Los Colorados entre 1866 y
1867 fue el último alzamiento
del partido federal argentino en el oeste del país y su derrota marca el límite y “muerte” del
federalismo y la consolidación de la autoridad de Mitre.
Esta revolución intentó liberar a las provincias de gobiernos impuestos
desde Buenos Aires, y terminar con la Guerra del Paraguay, conscientes que era una
guerra de los intereses porteños y del litoral. La prensa mitrista de la época intentó “bajarle el precio” diciendo que
se trataba de solo una revuelta de presos huidos de la cárcel, sin embargo poco
tiempo después debieron admitir el carácter nacional de la misma.