miércoles, 15 de agosto de 2018

Avellaneda, su Ley de Inmigración y la “letra chica”



Nicolás Avellaneda, quien sucedió a Sarmiento en la Presidencia de la Nación, fue en parte opacado por la influencia de su predecesor, pero su visión y su juventud (tenía apenas 37 años al asumir), lo hizo ir más allá.
Entre los méritos que le adjudica la historia está la sanción durante su período presidencial de la famosa Ley Nº 817 de Inmigración y Colonización de la República Argentina de 1876.

Por esta ley, una buena parte de nuestros abuelos fueron beneficiarios de ella, siempre y cuando “viniesen de ultramar”, y a pesar del papel escrito muchas cosas no salieron como ellos pensaban y decidieron volverse.

Dicen que “mientras los peruanos descienden de los Incas, los mexicanos de los Aztecas, los argentinos descendemos de los barcos”, sin embargo esto no es cierto. Hoy, en la Provincia de Córdoba y aledañas (solo por dar un ejemplo), la herencia materna indica que la mayoría de los cordobeses (76%), son de origen nativo americano y, en menor medida, europeo (16%), y africano (8%).
Veamos que pasó.

miércoles, 1 de agosto de 2018

Las misiones jesuíticas guaraníes. El mayor proyecto político del Siglo XVII en América del Sur



El nivel de desarrollo alcanzado particularmente por las misiones jesuíticas en lo que se denominaba la Provincia de Paraguarí (parte de las actuales Misiones, Corrientes, Brasil y Paraguay), no fue casual. Se trató de uno de los proyectos políticos más ambiciosos que en el Siglo XVII se llevara a cabo por estos pagos.

Ni los jesuitas fueron elegidos por azar, ni el territorio y los pueblos nativos fueron seleccionados por comodidad. Una maraña de intereses de la realeza de España y del Vaticano pugnaban por triunfar si acertaban en sus decisiones.

Jesuitas estudiosos, disciplinados, laboriosos y con un criterio de docencia pacífica contrastaba con los de otras Órdenes religiosas y sus representantes en América del Sur y que se amañaron con la codicia de los militares y empresarios que solo buscaban riqueza fácil a costa del sudor esclavo.

Guaraníes ordenados, prolijos, amantes y respetuosos de la naturaleza, creyentes de mucha fe de sus deidades, habilidosos y proactivos con el desarrollo de su gente, fueron elegidos para llevar a cabo un modelo de civilización diferente, tanto del europeo como del nativo, generando una fusión que tiene pocos antecedentes.

Un territorio rico como la mata atlántica, y el paso estratégico en lo militar contra las pretensiones del imperio brasileño, completaban el triángulo del suceso.

Agradecimiento: A Jorge Vega (“Chicato”), por haberme permitido entrar en un tema atrapante y por facilitarme muchas fotografías.